martes, 27 de enero de 2015

Normas de referencias bibliográficas y citas textuales (Resumen de normas APA)


Ilustración: Obra de Benjamín Arenas, 2013.



Todas las publicaciones de otros autores que se citan en los trabajos, se listan al final en el epígrafe de Referencias (o Referencias Bibliográficas), por orden alfabético de autores. Cada referencia se ajustará en su formato a las normas de la American Psychological Asso-ciation (APA) en su Publication Manual (4ª ed., Washington, 1994 o posterior). Se trata de las normas estandarizadas del formato para citar en nuestro trabajo escrito los documentos consultados. Estas normas de la APA son las más utilizadas en Psicología (tanto en España como en el extranjero) e incluso en otras disciplinas, y son diferentes para cada tipo de documento publicado. Los documentos más utilizados suelen ser:

- libro
- capítulo de libro
- artículo de revista
- comunicaciones en congresos publicadas en libros de actas de congresos
- documentos en la web
- documentos no publicados (informes internos, etc.)

Normas de referencias bibliográficas según tipo de documento
(Ejemplos obtenidos y adaptados de http://antalya.uab.es/athenea/normasref.htm. Ver también un resumen en http://issuu.com/xtophix/docs/normas_apa)
Libro
a) Libro completo (todos los capítulos son del mismo autor o autores) Apellido, Inicial., Apellido, Inicial. y Apellido, Inicial. (Año del original).Título (edición). Lugar de publicación: Editorial. Año edición utilizada.

Antaki, C. (1994). Explaining and arguing. The social organisation of accounts. London: Sage.

Perelman, C. y Olbrechts-Tyteca, L. (1976). Tratado de la argumentación. Madrid: Gredos. 1989.

Adler, R.B., Rosenfeld, L., Towne, N. & Proctor, R. (1998). Interplay: The process of interpersonal communication (7ªed.).Fort Worth, TX: Harcourt Brace.

 b) Libro de compilación (cada capítulo es de autor diferente; los que aparecen como autores del libro en realidad son compiladores o editores de los capítulos) Apellido, Inicial. (Ed.) (Año original).Título. Lugar de publicación: Editorial.

Denzin, N.K. y Lincoln, Y.S. (Eds.) (1994). Handbook of Qualitative Research. London: Sage.

Capítulo de libro Apellido, Inicial. (Año original). Título. En Inicial. Apellido y Inicial. Apellido (Ed.), Título (pp. nn-nn). Lugar de publicación: Editorial.
Antaki, C. (1988). Explanations, communication and social cognition. En C. Antaki (Ed.), Analysing everyday explanation. A casebook of methods (pp. 1-14). London: Sage.


Artículo de revista Apellido, Inicial., Apellido, Inicial. y Apellido, Inicial. (Año original). Título. Revista, volumen (número), pág. Inicial-pág. Final.


Berry, J. (2001). A psychology of inmigration. Journal of Social Issues, 57 (3), 615-631.


Comunicaciones en Congresos

a) Comunicación publicada en libro de actas Apellido, Inicial., Apellido, Inicial. y Apellido, Inicial. (Año). Título. En Nombre y apellidos del Compilador (Comp.), Nombre del Congreso, Ciudad de celebración del congreso, País de celebración.

Katz, I., Gabayan, K., & Aghajan, H. (2007). A multi-touch surface using multiple cameras. In J. Blanc-Talon, W. Philips, D. Popescu, & P.
Scheunders (Eds.), Lecture Notes in Computer Science: Vol. 4678.
Advanced Concepts for Intelligent Vision Systems (pp. 97-108). Berlin, Germany: Springer-Verlag.
b) Comunicación o poster no publicados en libro de actas Apellido, Inicial., Apellido, Inicial. y Apellido, Inicial. (Año, mes).Título. Comunicación presentada en el Nombre del congreso, Ciudad de celebración del congreso, País de celebración.
Batagelj, V. y Mrvar, A. (1997, septiembre). Visualization of multivariate data using 3D and VR presentations. Comunicación presentada en el Indo-French Workshop on Symbolic Data Analysis and its Applications, París, Francia.
Documentos en la web

a) Publicación en revista electrónica Apellido, Inicial. y Apellido, Inicial. (Año original). Título. Revista, volumen(número), Extraído el fecha completa, de URL:

Willinsky, J. (2002). Copyright contradictions in scholary publishing. First Monday, 7(11), Extraido el 31 de enero de 2003, de http://firstmonday.org/issues/issue7_11/willinsky/index.html
b) Otros documentos en páginas web Apellido, Inicial. y Apellido, Inicial. (Año original). Título. Extraido el fecha completa, de URL
Willinsky, J. (2000). The scholary publishing and Internet documentation. Extraido el 31 de enero de 2003, de http://firstmonday.org/issues/issue7_11/willinsky/index.html

Otras normas

- En un trabajo se puede citar literalmente el texto de un documento consultado pero siempre se debe citar al autor o autores, el año de publicación y la página. No citar al autor supone una apropiación indebida de las ideas de otros, es un delito denominado “plagio” que se puede penalizar.

- Toda cita textual que se haga en el texto irá seguida entre paréntesis del apellido del autor, año de la publicación y página. Irá entrecomillada si ocupa tres o menos líneas y si ocupa más de tres líneas no irá entrecomillada pero sí irá sangrada en el margen izquierdo y con un menor tamaño de letra.

Ejemplos:

. Cita textual corta, de menos de 40 palabras (entrecomillada):
Si tenemos en cuenta la distinción que hace Maldonado (1998) entre aprendizajes básicos y aprendizajes especializados: los primeros se consideran "determinante causal último del comportamiento cotidiano de cualquier individuo" (p. 13)

. Cita textual larga, de más de 40 palabras (no entrecomillada, con sangrado y menor tamaño de letra):

Lo interesante es la articulación e interacción entre niveles. Valgan las palabras de Huertas (1992, p. 24) para su descripción:


Cada nivel ascendente sería nuevo en esencia y no se podría reducir a los precedentes (...). Las leyes y principios básicos de aprendizaje serían, pues, diferentes en cada nivel [rompiendo así con el principio de equipotencialidad conductista]. Los organismos menos evolucionados carecerían de los niveles superiores de aprendizaje, pero se podrían estudiar en ellos los niveles inferiores y los resultados se podrían generalizar al funcionamiento independiente de los mismos niveles en los más evolucionados. Respecto a los humanos, los niveles superiores coexistirían e interactuarían con los inferiores, de los que dependen genética y funcionalmente, y la acción de éstos se vería influida por la de aquéllos. Sin embargo, mediante procedimientos adecuados, podría estudiarse un nivel inferior independientemente de la influencia de uno superior.

A días de la actividad del 31 de enero del 2015





En ocasiones es necesario recalcar ciertos juicios de valor en razón de las tareas y actividades que en el curso "Epistemología de la Gerencia Avanzada", nos tocará por cubrir. Antes que nada quedan dos encuentros presenciales: el sabado 07 de febrero y el sabado 14 de febrero; en las dos fechas se harán exposiciones puntuales sobre el contexto en el cual se da la Gerencia Avanzada y cómo los participantes podrán insertarse en ese contexto desde las diversas corrientes del protocolo doctoral.

El acto de reunirnos en forma presencial, implica aprovechar al máximo en encuentro para aclarar dudas e ir ajustando los criterios ontológicos y epistemológicos, sobre los cuales cada participante ahondará su objeto de estudio. Los encuentros son una experiencia de aprendizaje para vivir plenamente la necesidad de comunicarnos desde el conocimiento hacia el punto de vista personal desde el cual cada uno de ustedes ve la realidad y sus circunstancias. Por esta razón, les pido reflexionen acerca del significado de estos dos encuentros que quedan para hacer de ello algo más que la formalidad de un acto académico.

En otro aspecto, está la actividad del 31 de enero; espero que hayan internalizado la importancia que tiene hacer una actividad plena, académica y sobre todo humana. Donde no se escape detalle. Le he dado el protagonismo a ustedes porque esa es la razón de ser del evento, pero no por ello estoy ajeno a él. Sigo, desde el silencio del "ruido", cada paso de lo que están haciendo. Quiero ver trabajo cooperativo, unidad, responsabilidad al máximo; creatividad, optimismo, amor por cada acción que implique movimiento y materialización de deber cumplido. El evento de Barquisimeto fue muy bien comentado, espero que el nuestro sea aclamado.

En simples palabras, no nos conformemos con llenar el vaso de agua, vayamos más allá de calmar la sed de conocimiento. Les dejo como tarea esencial, por equipo, un descriptivo (en una sola página), de lo que será el evento y de lo que esperan llegue a ser el evento, para luego, pasada la acitividad, discutir sobre esa proyección y lo que se dio.

No he querido sobrecargarlos de trabajo, es suficiente con el que ya tienen, pero si quiero que no descuiden lo poco de asignación que aún nos queda. En algunos momentos he sido fuerte con algunos grupos pero es para que "despierten y reaccionen"; no podemos estar pensando con mentalidad de magister en el nivel doctoral; tenemos que pensar como doctores, solamente así aseguramos cumplir con nuestra meta que es, en definitiva, alcanzar los honores que nos consagrarán como investigadores en un nuevo tiempo y en una época vibrante de transformaciones y cambios a nivel mundial.

Seguimos en contacto...No descuiden la dirección del viento...La barca aún no ha llegado...

miércoles, 21 de enero de 2015

Juan Villoro y la humanidad



El escritor mexicano Juan Villoro, que reúne cien artículos/cuentos en su último libro ¿Hay vida en la Tierra? ha dicho en la presntación de su obra que se trata de unos textos que vienen del periodismo, porque durante 16 años ha estado escribiendo columnas, con los que reivindica una suerte de "periodismo de tentación", que trata de cuestiones sobre las que aparentemente no es necesario leer.



Los textos de Villoro permiten redescubrir con asombro lo ordinario y más en los actuales tiempos de realidad virtual, redes sociales y universo digital en los que muchas veces llevamos una existencia espectral en la que nos representamos a nosotros mismos con un avatar, un pin o una contraseña.

Cuando Villoro era pequeño la gran pregunta era si había vida en Marte, mientras que hoy "la verdadera pregunta, dice, es si hay vida en la Tierra" e ilustra su opinión con un ejemplo: "Conocí en un parque de Corea del Sur la existencia de un campamento de adolescentesque eran reeducados después de haberse convertido en autistas digitales y a los que se les enseñaba a untar un pan con mermelada o a atarse los cordones de los zapatos".

Twitter ha representado la renovación de los aforismos, los epigramas o las gregueríasLos cien relatos de ¿Hay vida en la Tierra? (Anagrama) surgen de recuperar lo ordinario y de muchas "irritaciones cotidianas" y ahí juega un papel primordial la ironía, que sirve para "entender algo desagradable para hacerlo por lo menos llevadero".

Villoro cree que sus artículos se sitúan en la tesitura dealgunos escritores de la ironía, todos admirados por él, como Jorge Ibargüengoitia, Josep Pla, Álvaro Cunqueiro o, entre los contemporáneos, Juan José Millás.

Distingue una línea fronteriza entre su trabajo como novelista y como articulista: "Para mí, lanovela es algo que escribes sin saber muy bien cuál será el destino, escribes para descubrir un camino que parcialmente ignoras y donde tienes que encontrar el verdadero camino; y en cambio, en la crónica estás trabajando con un material instantáneo, muchas veces vinculado al presente y que reclama una explicación inmediata".
Novelista y cronista

Uno de los artículos revela una confesión del escritor japonés Kenzaburo Oé que le contó en una cena que su madre prefería a Tagore que a él, algo que arrancaba de no haber aprobado una historia de amor de su madre en Hiroshima.

Otro de los temas recurrentes en sus cuentos es el malentendido, recurso habitual de la escritura, como cuando viajaba en una avión de hélice con un matrimonio que aparentemente parecían narcotraficantes, y cuya mujer se acercó a Villoro pidiendo consejo espiritual al interpretar que era un cura, "pues iba vestido de negro y leyendo el libro El día de todas las almas de Cees Nooteboom".

Muchas de las historias del libro provienen de los "cacharros" que utilizamos, "porque ahora la gente se ofende cuando no los aceptas como amigo en Facebook o los bloqueas en Twitter, y además la gente se enamora muchas veces a través de internet"

Sin embargo, el autor mexicano percibe que "la tecnología nos pone en contacto con formas atávicas de la relación, internet es como la fogata que reúne a la gente y el chat es la voz colectiva de una tribu virtual".

Del mismo modo, Twitter ha representado la renovación de los aforismos, los epigramas o las greguerías, formas que estuvieron en boga hasta el siglo XVIII, aspectos positivos que conviven con defectos como "la falta de espacios de privacidad o el tráfico de información y de datos bancarios en la red".

sábado, 10 de enero de 2015

Valoración cualitativa del trabajo de Mariams Limerlly Pannuti

Valorando el trabajo de Mariams, es importante indicar, que ha demostrado apego a la conducta investigativa del nivel doctoral; ha enriquecido la asignatura con bibliografía y referentes actualizados, y ha generado una percepción humanísta encarnada en los criterios dialógicos del conocimiento. Su propuesta investigativa, una VISIÓN DESESTRUCTURADA DE LA GERENCIA EN EL CONTEXTO SOCIOPRODUCTIVO DEL DISTRITO MOTOR GANADERO DEL ESTADO PORTUGUESA; es un acercamiento directo al contexto desde la complejidad del pensamiento moderno, abriendo posibilidades reales para acrecentar las ideas de sistema, autopoiesis y cibernética, en lo que al pensamiento gerencial se refiere. Constituye un recurso humano valioso para la heurística del pensamiento Gerencial Avanzado.

Valoración del Equipo de Rosa Matitza Ceballos O., Ney Di´Lorenzo G.; Tania Fernandez H. y Adelina Miranda Lozano


En la experiencia de aprendizaje, lo confieso, uno se topa con diversos tipos de grupos o equipos de investigación; y lo que uno visualiza más es la capacidad de organización y coordinación conque el equipo asume sus tareas y responsabilidades. Del equipo de Rosa, Ney, Tania y Adelina, no tengo más que decir que son un equipo altamente eficiente y eficaz, invadido por una motivación inmensa y prestos, en todo momento, a permitir ser orientados, guiados. Esa humildad en el ejercicio de la investigación, los hace un equipo comprometido con los objetivos de los estudios o tareas que encaran; es un equipo con una postura ontológica clara, transparente; y con una perspectiva epistemológica profunda, arraigada en el análisis crítico-significativo, y con una amplia percepción del contexto y los elementos inmersos en él. Es un grupo del cual espero mucho, porque no se ciñe a manuales y a conceptos pre-establecidos; indagan, buscan, construyen y deconstruyen; son expresión del estudiante doctoral que va más allá de la verdad, porque busca hilvanar la razón, la realidad y las ideas, sin descuidar lo fenomenológico e integral de los valores en que está inmersa la sociedad contemporánea. Sigan adelante y no abandonen el inmenso deseo heurístico por construir nuevas ideas, nuevo pensamiento.

EL LIDERAZGO TOXICO DE MANFRED KETS DE VRIES Y SU CONTRASTE CON LA ESTRUCTURA SOCIAL Y FORMAS DE CONCIENCIA, LA DETERMINACIÓN SOCIAL DEL METODO DE ITSVAN METZAROS

Por:  Rosa Maritza Ceballos O., Ney Di´Lorenzo G., Tania  Fernández y Adelina Miranda Lozano




Ilustración: Obra de John William Godward, de 1909.

Para realizar un correcto análisis del Liderazgo toxico y su contraste con los postulados establecidos en el libro de Itsvan Mezsaros Estructura Social y Formas de Conciencia, La determinación Social del Método debe tenerse presente que es exactamente lo que se quiere decir cuando se habla de Liderazgo Toxico.
Esta frase “Liderazgo Toxico”, En Allure of Toxic Leaders: Why We Follow Destructive Bosses and Corrupt Politicians and How We Can Survive Them (El encanto de los líderes tóxicos: por qué seguimos a jefes destructivos y políticos corruptos y cómo podríamos sobrevivirlos), Jean Lipman-Blumen dice que es porque los líderes tóxicos “tienen efectos ponzoñosos que provocan graves daños a sus organizaciones y subordinados”. A estos líderes tóxicos se los puede caracterizar como personajes que participan en conductas destructivas y presentan características personales disfuncionales. “Para ser tóxicas, estas conductas y cualidades de la personalidad deben infligir algún daño razonablemente grave y perdurable en sus subordinados y sus organizaciones. La intención de hacer daño a otros o de ensalzar el ego a costa de otros es lo que distingue a los conductores seriamente tóxicos de los conductores tóxicos por descuido o no intencionados”. Es así como existen diversos grados de toxicidad. De un lado, los conductores disfuncionales podrían ser no calificados, improductivos y totalmente inconscientes de que carecen del talento de conducción que necesitan. Del otro lado, los conductores tóxicos encontrarán el éxito y la gloria destruyendo a otros. Haciendo daño a los demás, sea psicológico o incluso físico, es cuando mejor se sienten. En cualquier caso, este liderazgo tóxico “hace desplomar la productividad y frena el crecimiento de la organización, deteniendo abruptamente el progreso”.
Existen diferentes tipos de líderes, unos más “tóxicos” que otros, dependiendo del daño que hacen a las demás personas y a la organización en la cual están sumergidos. 
Tipos de líderes tóxicos

A simple vista, el liderazgo tóxico tiene una connotación de persona demoníaca, pero la realidad es que el liderazgo tóxico podría presentarse en versiones mucho más moderadas o en una multitud de versiones entre estos dos extremos. Hay que recordar que el liderazgo tóxico hace daño a la organización y a los subordinados. La esencia y la dimensión del daño resultante sirven para tipificar al líder tóxico.

· El ausente

· El incompetente

· El codependiente

· El pasivo-agresivo-

· El entrometido

· El paranoico

· El rígido

· El controlador

· El compulsivo

· El intemperante

· El ejecutor

· El narcisista

· El insensible

· El pendenciero

· El corrupto

· El aislado

· El intimidador

· El malvado



Prácticamente en todos los tipos de liderazgo tóxico ya definidos la autoestima es la raíz del problema. Algunas de estas personas logran entrar en una organización y llegan a ocupar altos cargos. El estudio acerca de los tipos de liderazgo tóxico deja ver algunas cualidades que son deseadas por los líderes. Muchos de los rasgos y tipos más graves, tales como entrometido, rígido, dominador, ejecutor, seguro y pendenciero, podrían ser características que una organización valora en un líder. El problema radica en la dosis en que se aplican estas características. Si se las aplica con moderación, podrían ser vistas como buenas y aceptables. Si se abusa de ellas, son tóxicas. Es inevitable que el liderazgo tóxico continúe replicándose. Seguirá propagándose porque algunos lo ven como un camino al éxito.
Quizá la razón más obvia –aunque inquietante – de esta tolerancia es que los líderes tóxicos parecieran, al menos en el corto plazo, cumplir con su labor. Los líderes tóxicos más extremos con las características que se valora, como ser rigidez, control, ejecución y seguridad, pero exacerbadas, serán los que más prosperen. Sus superiores o bien hacen caso omiso del comportamiento tóxico o, lo más probable, están tan satisfechos con los resultados de la misión que optan por pasar por alto el costo humano a cambio de la labor cumplida.
La mejor forma de combatir este fenómeno de liderazgo tóxico dentro una empresa podría ser guiar, aconsejar, capacitar y educar de manera responsable, honesta y sana, en definitiva, cambiar de raíz el sistema.
El liderazgo tóxico existe en toda organización y en cualquier sistema social pareciera tolerarlo. Si bien es poco probable lograr eliminar el liderazgo tóxico, una mejor identificación y más estudios por parte de la organización bien podrían reducir su persistencia y atemperar sus efectos negativos. 
Este tipo de líderes tóxicos se crean y florecen en las estructuras capitalistas y es, precisamente de este tipo de estructuras y el daño que hacen a la sociedad y al conocimiento que habla el libro de Itzvan Metzaros Estructura Social y Formas de Conciencia, La Determinación Social del Método, donde este autor realiza un estudio filosófico desde la polis griega, hasta el postmodernismo; aunque enfatiza más ese análisis de las estructuras sociales y formas de conciencia a partir de René Descartes y culmina con Friedrich Hegel, donde habla del discurso del método como forma de principio, de crear y organizar las estructuras sociales.
Y es que, cuando se habla del dominio del hombre en la naturaleza como lo expresa Istvan Metzaros en su libro estructura social y formas de conciencia, se relaciona mucho con las ideas de Descartes aun cuando no las comparta y sobre todo de la evolución del hombre a través si se quiere de la evolución de los animales. 

El expresa y denota con las ideas de Descartes, quien manifiesta que el dominio del hombre sobre la naturaleza, no es simplemente una cuestión de evolución, en donde los animales eran meras maquinas para el desarrollo del trabajo del hombre por allá en la época de la edad media y ese sometimiento practico de la naturaleza por el hombre como resultado de la alteración de los métodos de pensamiento. Lo anticipa una alteración en los métodos o formas de producción gracias a los métodos que él introdujo en la filosofía para alcanzar un conocimiento muy útil en la vida y, en lugar de la filosofía especulativa que se enseña en las escuelas, encontrar una filosofía práctica mediante la cual, conociendo la fuerza y la acción del fuego, el agua, el aire, las estrellas, el firmamento y todos los demás cuerpos que nos rodean con la misma precisión con la que conocemos las diversas destrezas de nuestros trabajadores, podamos emplearlas de la misma manera en todos aquellos usos a los cuales se adaptan, y entonces convertirnos en dueños y señores de la naturaleza. 
De allí se considera que surgen los diferentes tipos de líderes en contraposición a lo antiguo y lo actual, relacionándose con la naturaleza y la evolución de las personas o trabajadores en el tiempo. 

Todos estos filósofos pensadores (Descartes, Bacon) de una u otra manera consideran y desarrollan las oportunidades que debe tener el hombre en el desarrollo de su trabajo y en el liderazgo que deben asumir. 

Por ello surgen esos líderes tóxicos que han decidido practicar el liderazgo de una manera diferente, colocando delante de sus propios valores, formas retorcidas de liderar, teniendo mucho que ver el dominio de los hombres sobre sí mismos o sobre las condiciones sociales de la existencia y el intercambio humano entre ellos, teniéndose que Vries tal como lo expresa Laura Carvajal en su artículo, considera que la toxicidad del líder es relativa a la importancia de su cargo en la organización, la cultura organizacional y la dirección esperada. Es inconcebible que todavía, muchas empresas no entiendan los diferentes desordenes que pueden hacer daño en su organización, como: personas neuróticas, maníaco-depresivas y esquizofrénicas, que en muchos casos, se detectan a última hora.
Debemos entender que la visión de Metzaros es profundamente marxista, y en su trabajo Estructura Social y Formas de Conciencia centra su estudio en el problema de método. De allí que, según él, pensar en un socialismo que tenga una visión de la planificación desde la perspectiva del capitalismo está determinado al fracaso y hablar de líderes tóxicos es hablar de Capitalismo puro. Los líderes tóxicos solo son posibles en un entorno eminentemente capitalista.
Para Metzaros, las organizaciones deben tener como objetivo un cambio estructural, en el que se incluye todas las esferas de la organización. Pero advierte que este cambio debe ser radical, porque si se cambia un liderazgo toxico existente en una organización, por ejemplo, pero queda la instituciones sin hacer otros cambios, entonces el mismo, la misma organización seguirá reproduciendo estos líderes que tanto daño hacen a las organizaciones. Es decir, para este autor, debe existir un cambio total para poder eliminar la formación de líderes tóxicos.
De acuerdo a lo señalado por Métzáros, todos los sistemas de pensamiento que surgen dentro del marco histórico del capitalismo constituyen un conjunto estrechamente entrelazado de determinaciones conceptuales. Son el sustento y sirven como apoyo a la formación social dominante. Por eso su insistencia de cambiar desde la raíz.
Métzáros concibe la educación real como interacción, más que imposición de valores e ideas. El cambio de conciencia no puede confinarse a unos años de formación, se trata de un proceso de por vida. Es un atarea continua. Debemos ser los formadores y los transformadores en el sentido que le asignó Marx de una nueva época histórica, aunque no sepamos todavía cuándo comenzarán esos cambios”, concluyó.

La imperiosa necesidad de generar cambios en el mundo ha ocasionado que todo el entorno organizacional se una a esos cambios, haciéndose cada vez más complejo, aunado a esto los sujetos en las organizaciones ha pasado de ser sujetos disciplinarios bajo la ética de la obediencias a sujetos cognoscentes, con mayores niveles de exigencias, evidenciándose mayor necesidad de aprendizaje y de creatividad, además de una gran utilización de la tecnología. ¿Qué es lo que el gerente pretende alcanzar? En primer lugar que su organización sea altamente competitiva, con productos de calidad, innovados, abarcar el mercado.
Es importante analizar la frase “liderazgo tóxico” y ver por qué es correcto utilizarla. El encanto de los líderes tóxicos: por qué seguimos a jefes destructivos y políticos corruptos y cómo podríamos sobrevivirlos, Jean Lipman-Blumen dice que es porque los líderes tóxicos “tienen efectos ponzoñosos que provocan graves daños a sus organizaciones y subordinados”. A los líderes tóxicos se los puede caracterizar como conductores que participan en conductas destructivas y presentan características personales disfuncionales. “Para ser tóxicas, estas conductas y cualidades de la personalidad deben infligir algún daño razonablemente grave y perdurable en sus subordinados y sus organizaciones. La intención de hacer daño a otros o de ensalzar el ego a costa de otros es lo que distingue a los conductores seriamente tóxicos de los conductores tóxicos por descuido o no intencionados”. Es así como en este desorden perjudicial existen diversos grados de toxicidad. De una punta del espectro, los conductores disfuncionales podrían ser no calificados, improductivos y totalmente inconscientes de que carecen del talento de conducción que necesitan. Del otro extremo, los conductores tóxicos encontrarán el éxito y la gloria destruyendo a otros. Haciendo daño a los demás, sea psicológico o incluso físico, es cuando mejor se sienten. En cualquier caso, este liderazgo tóxico “hace desplomar la productividad y frena el crecimiento de la organización, deteniendo abruptamente el progreso”. Es por esto que Istvan Mezsaros en su obra Estructura social y formas de conciencia, destaca que se busca de manera inequívoca intentar que las figuras representativas del horizonte social del capitalismo se adaptaran a un modelo de liderazgo que claramente puede verse definido dentro de una de las categorías expuesta por Manfred Kets De Vries, en su dinámica de los cambios que hoy estamos viviendo en las organización y no deja de estar distante el país.

Las características por ellos enunciadas podrían fácilmente correlacionarse con las descripciones de los tipos de líderes que existen actualmente y que pueden generar alta toxicidad a las organizaciones y al país, puesto que se podría vincular esta determinación social del método con el liderazgo surgido actualmente en el mundo.
Por otro lado la postura asumida por Marx y Hegel pretendían, cada uno con su teoría del capitalismo, ligado a lo social convencernos de sus premisas asumiendo cada uno el papel de un tipo de liderazgo de los cambios históricos que se darían.

En este respecto Marx destacaba que «Fue un inmenso paso adelante para Adam Smith rechazar toda especificación limitante de la actividad de crear riqueza: no solamente el trabajo fabril, o comercial, o agrícola, sino todos ellos, el trabajo en general.
Por lo común, las abstracciones más generales surgen tan sólo en medio del desarrollo concreto más rico posible, en el que una cosa aparece como común a muchas, a todas. Entonces ya no puede concebírsela en forma nada más particular. (…) La indiferencia para con los trabajos específicos se corresponde con una forma de sociedad en la que los individuos pueden cambiarse de un trabajo a otro con facilidad, y en la que el tipo específico resulta para ellos cosa de la oportunidad, algo que les es indiferente. No solamente el trabajo como categoría, sino el trabajo como realidad, se ha convertido aquí en el medio de crear riqueza en general, y ha dejado de estar vinculado orgánicamente con los individuos particulares en cualquier forma específica».
Aquí se puede ver claramente como el sistema capitalista también entra en una categoría de líder toxico para la generación de trabajo y riqueza en las naciones a través de subordinar a los trabajadores.
En relación a estos señala la existencia de diferentes fuerzas que pueden influenciar la toma de decisiones por parte del líder de manera autocrática o participativa y que existe una fuerza mediadora interna conocida como autoanálisis, que va a permitir que el líder se encuentre en una constante revisión de su actuación para evitar alteraciones negativas.

Valoración cualitativa del grupo de Adafel Núñez, Marlen Marruffo, Roselys Barazarte y Randy Barazarte.





El equipo conformado por Adafel Núñez., Marlen Marruffo, Roselys Barazarte y Randy Barazarte; es un equipo altamente coordinado. Asumen las tareas desde una perspectiva crítica sustancialista y se hace parte de una postura crítica realista, donde el contraste entre la teoría y la práxis es una constante a lo largo de sus reflexiones interpretativas. Se valora eso sí una delicada y fina contradicción: son investigadores en extremo positivistas. Esto hace que su exploración en el ámbito idealista y humanísta, tenga la lectura causa-efecto aún, lo cual los lleva a mantener cierta distancia con las dimensiones ontológica, axiológica y teleológica, del objeto de estudio al cual se dediquen. Pero eso es un asunto que se supera con la práctica investigativa. No hay resistencia al cambio, pero sí hay resistencia al razonamiento empírico-interpretivo, lo que hace que la aproximación a los objetos de estudio se dé en forma superficial y no con la profundidad y tenacidad que amerita en el ámbito de la generación avanzada, el modelaje de nuevo conocimiento. A todas estas, es un gran equipo, espero seguir contando con sus aportes y determinaciones.

ESTRUCTURA SOCIAL Y FORMAS DE CONCIENCIA LA DETERMINACIÓN SOCIAL DEL MÉTODO

Por: Adafel Nuñez/ Marlen Marruffo/Roselys Barazarte/ Randy Barazarte













István Mészáros

La relación entre la estructura social y las formas de conciencia es de fundamental importancia. Lo es porque la estructura social realmente establecida constituye el marco general y el horizonte en el que están situados los pensadores particulares en todos los campos del estudio social y filosófico, y es en relación con ellos que tienen que definir su concepción del mundo. Los parámetros metodológicos e ideológicos fundamentales de las épocas históricas particulares, incluida la era del capital, están firmemente circunscritos por los últimos límites estructurales de su fuerza social dominante, conjugando el tipo de actividad productiva prevaleciente con la modalidad de distribución correspondiente. Cualquier intento teórico de escapar de esas determinaciones, en la procura mal concebida de algunas «metateorías» evasivas, no hará más que dañar la empresa filosófica.

De hecho, mientras más abarcante y más mediado sea el asunto que se escoja, más obvio resultará su vínculo con las determinaciones estructurales «totalizantes» de la época histórica en cuestión. Y así tiene que ser, en vista del hecho de que no es posible pensar en una concepción de mediación apropiada en cualquier campo de análisis sin una comprensión abarcante del campo de estudio en cuestión, tanto si pensamos en la «metaética» como en la metodología en general. El análisis legítimo de los varios discursos por ejemplo el discurso moral, el político y el estético es inconcebible si no está insertado dialécticamente en el marco estructural apropiado de las determinaciones generales. Porque los discursos particulares resultan absolutamente ininteligibles si no se les capta como formas específicas de la conciencia social. Es decir, como formas que están constituidas históricamente, y por eso mismo transformadas históricamente, en estrecha conexión con las determinaciones generales de la estructura social de la cual no pueden ser abstraídas especulativamente.

Además, está el hecho de que existe una esencial dimensión trans-histórica pero decididamente no supra-histórica para todos esos discursos, como la hay también para el análisis de la metodología en general, ya que su estudio puede ser proseguido a lo largo de la historia humana en su totalidad, y sin embargo ese hecho frecuentemente ignorado no hace más que subrayar la importancia de insertarlos, con todo lo mediados que puedan ser (como tiene que serlo inevitablemente el análisis de la metodología), dentro de su marco estructural apropiadamente abarcante e históricamente definido. A pesar del carácter inevitablemente mediado de los problemas sobre el tapete, se nos hace necesario entrar en el estudio de los aspectos que surgen de las determinaciones metodológicas e ideológicas de la época del capital.

Es así porque resultan ser de suma pertinencia para nuestras preocupaciones, en términos no sólo teóricos sino además prácticos. Porque no importa cuán fuertemente en desacuerdo estamos, como ciertamente tenemos que estarlo, con los principios metodológicos e ideoló- gicos de la tradición teórica inseparable del punto de vista del capital; estar plenamente conscientes de los vínculos de conexión y las continuidades persistentes, en lugar de sólo percibir las abiertas discontinuidades, constituye una condición esencial para una apropiada comprensión histórica, que resulta en sí misma vital para la elaboración de estrategias sociales y políticas sustentables a largo plazo. Eso significa que es indispensable centrarnos también en aquellos elementos de las teorías en cuestión que sólo deben, y tienen que ser, «aufgehoben»; es decir dialécticamente reemplazados/preservados elevándolos a un nivel más avanzado históricamente, a fin de darles una utilización socialmente positiva.

Ello es particularmente importante en un período de transición hacia un orden social históricamente viable. En otras palabras, ocuparse apropiadamente de los problemas sobre el tapete constituye una contribución para la tan necesaria transición a lo que Marx llamó «la forma histórica nueva», que resulta ser una característica definitoria de nuestro tiempo literalmente vital. Sin duda, las soluciones concebidas desde la perspectiva del capital se amoldaban en el momento de su formulación a algunos intereses sociales fundamentales, determinados estructuralmente, de acuerdo con la perspectiva del capital, y por consiguiente no pueden encajar en el marco de la necesaria alternativa hegemónica.

Sin embargo el hecho sigue siendo que las soluciones en cuestión han sido presentadas en respuesta a desafíos históricos y determinaciones sociales objetivas muy reales que, en un sentido verdaderamente importante, siguen formando parte de nuestra propia situación actual. Porque los desafíos históricos objetivos no dejan de existir, ni pierden su fuerza, por el hecho de simplemente recibir desde un punto de vista estructuralmente parcializado —ajustado a las premisas prácticas irreformables del capital— el tipo de respuestas que resultan ser socialmente insustentables a largo plazo. Las cuestiones que la propia realidad social reproduce constantemente, a pesar de recibir soluciones extremadamente problemáticas incluso por parte de los más grandes pensadores burgueses del pasado, sólo pueden acentuar el peso y la continuada relevancia de los mismos problemas subyacentes. Así, por sobre todas las cosas, los desafíos objetivos que han persistido durante largo tiempo exigiendo respuestas históricamente viables, ejercen hoy día más presión que nunca. Es ése el verdadero tamaño de nuestra tarea para el futuro.

Mészáros inicia su obra en el Capítulo 1: LA ORIENTACIÓN PROGRAMÁTICA HACIA LA CIENCIA,  con el tema del dominio del hombre sobre la naturaleza, señalando el papel metodológico y práctico que le asigna a la naturaleza, el principio orientador general que prevé «el dominio del hombre sobre la naturaleza», no es simplemente una cuestión de la manera como «Descartes, cuando definió a los animales como meras máquinas, estaba mirando con los ojos del período de manufactura, en tanto que a los ojos de la Edad Media los animales eran ayudantes del hombre». Ciertamente, sería sumamente difícil tratar a los animales sobre el modelo de las máquinas a la luz del conocimiento contemporáneo. Igualmente, sería restrictivo en extremo, en relación con las complejidades de la filosofía moderna, modelar el «deber del filósofo» sobre la base de la química y la matemática pura. Dentro de esa perspectiva, los objetivos legítimamente factibles de la actividad humana tienen que ser conceptuados en términos de progreso material mediante la agencia de las ciencias naturales, permaneciendo ciegos a la dimensión social de la existencia humana en términos que no sean esencialmente funcionales/operativos y manipuladores. Porque una visión alternativa necesitaría abandonar el «punto de vista de la economía política», equivalente a la perspectiva del capital, que tiene que ver incluso en el trabajo viviente nada más que un «factor material de la producción». 

Mientras más nos acercamos al presente, y más abiertamente afloran las contradicciones sociales básicas, más se acentúa el carácter apologético de las teorías que se siguen identificando con la perspectiva del capital al servicio de sí misma, que circunscribe la orientación de la economía política burguesa.  Nisbet aborda de igual modo los graves problemas materiales y contradicciones sociales de los países surgidos de los antiguos imperios coloniales, que él describe con la vaciedad acostumbrada como «culturas no occidentales». No ve en su situación apremiante —en realidad, la condición de una explotación continuada de dimensiones asombrosas— más que una «dislocación simbólica» con «profundas consecuencias morales».Citando a Susanne Langer acerca de los peligros de roturar repentinamente «el terreno de nuestra orientación simbólica inconsciente», añade: «Es eso, visiblemente, lo que le está ocurriendo en el presente a grandes extensiones del mundo no occidental, y los resultados se van a ver frecuentemente en la desorganización cultural y la confusión moral». Así, la función de ese discurso no va más allá de enfocar algunos postulados morales vacíos y dejar completamente fuera de vista las relaciones de poder reales, altamente explotadoras, que continúan padeciendo las «culturas no occidentales».

Sin embargo, el aspecto más importante del problema que estamos discutiendo no es el de las utilizaciones apologéticas y manipuladoras que la ideología burguesa contemporánea le puede dar a la ciencia y la tecnología. Por el contrario, concierne a las limitaciones estructurales insuperables de ese mismo horizonte de orientación científica a través de las diferentes fases del desarrollo histórico del capital. Porque la que ha sido expulsada necesariamente desde el propio inicio de ese desarrollo es la posibilidad de cambios sociales radicales que podrían socavar los dictados materiales espontáneamente impuestos del capital.

En este Capítulo, también se desarrollan ideas sobre los Behavioristas y Webverianos, la sociología científica de la cultura de Mamnheim, así como las vinculaciones estructurales de la ideología de orientación científica.

Seguidamente, el Capítulo 2: LA TENDENCIA GENERAL AL FORMALISMO
FORMALISMO Y CONFLICTIVIDAD, se desarrolla el tema relacionado con el Formalismo y la Conflictividad. Debemos relacionarlas con su base material históricamente específica para entender el significado de esas mistificadoras transformaciones conceptuales de la conflictividad real, porque en las raíces de las teorizaciones formalistas y las racionalizaciones ideológicas del mundo del capital hallamos el perverso formalismo práctico del modo de producción capitalista, con sus imperativos estructurales y sus determinaciones de valor abstractas/reductoras.

El intento social apologético de las objeciones ideológicas formuladas en ese espíritu, respaldado por las categorizaciones formales primitivas (como la oposición no dialéctica entre lo «parcial» o «por cuentagotas» y lo «holístico» o «al por mayor») es revelado por su negativa a reconocer lo que es bastante obvio. A saber, que la amplitud radical no puede por sí misma minar la viabilidad de una estrategia social. Tan sólo si existe una contradicción entre sus objetivos declarados, por una parte, y las necesarias mediaciones prácticas así como su escala temporal apropiada, por la otra, puede ello constituir la base para una crítica justificable. Porque cualquier programa de acción, incluso el más limitado, ha de ser considerado irremisiblemente «holístico», a menos que se le defina adecuadamente tanto en términos de su escala temporal como de los pasos mediadores y los medios requeridos para su realización.

Obligadamente, los conjuntos de valores en contienda surgen, y los grupos sociales que los sostienen combaten para imponer sus pretensiones rivales, dentro del marco práctico, jerárquico, sustantivo y cualitativo de esa dominación y subordinación. Pero es precisamente tal articulación estructural históricamente específica y tangible de las condiciones socioeconómicas del discurso moral, la que desaparece bajo el carácter cuantitativo abstracto de los números utilitarios (no importa cuán grandes o pequeños) a los que se ven convenientemente reducidos tanto los dominadores como los explotados como meros individuos.

Puesto en términos generales, lo que importa realmente es que su abstracción de las determinaciones cualitativas/sustantivas le abre las puertas hasta a la forma de arbitrariedad más extremada, ya que la base material sobre la que podrían afincarse las reglas formales ha sido abandonada. Las reglas mismas a menudo son anunciadas ad hoc, como lo requiera la conveniencia, y su pretendida consistencia y autonomía es «demostrada» con la ayuda de meras analogías, en ausencia de una fundamentación sustantiva asumida abiertamente que pudiese ser sometida a prueba.

En cuanto a la afinidad estructural de las inversiones prácticas e  intelectuales, es importante subrayar aquí que las determinaciones materiales e ideológicas que nos ocupan afectan no sólo las articulaciones intelectuales más o menos sistemáticas de las relaciones sociales establecidas, sino además a la totalidad de la conciencia social. La «racionalidad formal» que es idealizada (y fetichizada) en el discurso teórico dominante como si se tratase de un avance intelectual «que se genera a sí mismo», de hecho encaja a la perfección en los procesos prácticos de abstracción, reducción, compartimentación, equivalencia formal y «dehistoriación» que caracterizan al establecimiento y consolidación del metabolismo socioeconómico capitalista en su totalidad.

En las varias teorías que conceptualizan al mundo desde el «punto de vista de la economía política», las determinaciones materiales y la génesis histórica de la racionalidad capitalista son ignoradas totalmente, por no mencionar el inexcusable caso omiso que se hace de la devastadora irracionalidad de la racionalidad cosificada del capital, bajo muchos de sus aspectos prácticos contradictorios en sí mismos, destructivos y en definitiva hasta autodestructivos.

En verdad, sólo la profunda afinidad estructural entre las inversiones prácticas y las intelectual/ideológicas puede hacer inteligible el enorme impacto de la ideología dominante sobre la vida social. Un impacto que en el mundo real resulta incomparablemente más extendido de lo que cabía esperar del tamaño relativo de sus recursos directamente controlados, y despliega sin impedimentos la influencia de la ideología dominante sobre las vastas masas del pueblo en forma de capacidad para «predicarles a los conversos», de ser ése el caso, bajo circunstancias normales. Y de modo parecido, el «derrumbe repentino» de las formas ideológicas y las prácticas institucionales antes dominantes, experimentado históricamente en más de una ocasión (aunque de ninguna manera necesariamente permanente, o siquiera duradero), bajo las circunstancias de una crisis de envergadura, sólo puede hallar explicación en la parálisis efectiva de las 39inversiones prácticas, de otro modo materialmente sustentadas y espontáneamente reproducidas, como resultado de la crisis en cuestión.

Seguidamente, se desarrolla el tema de la conciliación de las formas irracionales, considerando la irracionalidad del «sentido común», a la que las mistificaciones ideológicas sistemáticas pueden adherirse fácilmente, nace del mismo suelo que las conceptuaciones «sofisticadas» que constantemente refuerzan a diario la conciencia de sus prejuicios «absurdos». Necesariamente, la irracionalidad práctica de la separación de las manifestaciones de sus conexiones internas constituye un aspecto importante de ese sistema de reproducción social. Pero los factores materiales clave no pueden permanecer por mucho tiempo, y no lo hacen, suspendidos en su separación irracional. Porque si así lo hiciesen resultaría totalmente imposible ejercer las funciones metabólicas esenciales, y en consecuencia toda la estructura erigida sobre ellas se derrumbaría.

Por eso la exitosa «conciliación de las formas irracionales» mencionada por Marx es un requerimiento elemental del sistema del capital desde su comienzo mismo, y continúa siéndolo a lo largo de su prolongada historia. Para decirlo de otra manera, el sistema regulador del capital, dinámico pero inherentemente problemático e irracional, sigue siendo viable sólo hasta tanto sus «formas irracionales» puedan ser conciliadas exitosamente unas con otras en la viabilidad del proceso de reproducción social mismo.

Las mismas consideraciones concernientes al imperativo conciliador objetivamente fundamentado son aplicables también a la evaluación de las varias teorías. Porque una inspección más de cerca revela que los aspectos «conciliadores» claramente identificables de todas las filosofías concebidas desde el punto de vista de la economía política del capital bien sea que pensemos en el sistema hegeliano o en algunas teorías del siglo XX no son, más o menos en extenso, «aberraciones» de los pensadores en cuestión. Por el contrario, constituyen los parámetros ideológicos definitivos y absolutamente incorregibles de toda la tradición filosófica, y están marcados por los límites objetivos y los imperativos estructurales insuperables del propio orden socioeconómico establecido.

Hay que destacar, sin embargo, que el requerimiento básico que surge del piso social, vis-à-vis la teoría filosófica, no necesita de otra restricción que la exigencia de producir una adecuada conciliación de las propias formas irracionales, y hacerlo de manera que resulte ser factible bajo las circunstancias prevalecientes.  Lo que los intelectuales tienen que encarar de manera directa es el imperativo de contribuir directamente a la conciliación de las formas, en términos de la cual podamos darles sentido a todos los principios prácticos reguladores del metabolismo social del capital.

A continuación se aborda la Homogeneización FORMAL/REDUCTORA y la equivalencia del Valor Universal, Es aquí donde podemos apreciar realmente la importancia de las determinaciones formalizadoras del capital, tanto en la contigüidad de los intercambios socioeconómicos como en sus complejas racionalizaciones en el plano de la filosofía y la teoría social. Desde el punto de vista del capital como regula la contribución especial conciliadora de los varios filósofos que articulan sistemáticamente el punto de vista de la economía política surge sobre la base de esos procesos materiales. La importante función ideológica que las filosofías y las teorías sociales deben cumplir consiste en elevar la ya cumplida ruptura de la racionalidad formal, desde su base sustantiva hasta el nivel de las determinaciones categoriales eternas.

Para cumplirla, tienen que construir sofisticadas redes y desde Kant hasta Max Weber ostensiblemente diferentes de racionalización «eternizadora», en concordancia con las condiciones históricas cambiantes de la autorreproducción siempre en expansión del capital. Lo que se mantiene constante es la tendencia eternizadora misma, por una parte, y la transustanciación de la racionalidad operacional del capital en «racionalidad formal» o «racionalidad como tal», por la otra. Y, por supuesto, el formalismo

En el Capítulo 3: EL PUNTO DE VISTA DE LA INDIVIDUALIDAD AISLADA
CONCEPCIONES DE CONFLICTO Y NATURALEZA HUMANA INDIVIDUALISTA, Mészáros considera el «individualismo metodológico», como programa autojustificador y universalmente aceptado, es un fenómeno relativamente reciente que constituye el punto de vista paradójico de la subjetividad aislada que les fija límites intraspasables a las concepciones filosóficas particulares a lo largo de los desarrollos bajo revisión, sin importar cuán grandes puedan ser las diferencias entre los pensadores individuales en la conceptuación de su propia situación.

Cualesquiera pudiesen llegar a ser sus diferencias en otros respectos, en lo que atañe a la cuestión del punto de vista social las consideraciones de Marx pueden ser aplicables a todas las filosofías que se originan sobre los fundamentos materiales del capital, incluidas las idealistas. Leibniz, Berkeley, Kant, Fichte y Hegel no están, en ese sentido, menos sujetos a las problemáticas determinaciones del punto de vista de la individualidad aislada que Holbach, Helvetius, Feuerbach y otros que eran los blancos inmediatos de la crítica de Marx al materialismo.

Hay múltiples formas de conceptuar un conflicto, de acuerdo con las especificidades de la situación social de los individuos y las circunstancias históricas cambiantes, desde la bellum omnium contra omnes de Hobbes hasta la peculiar transformación que hace Kant del concepto de Adam Smith del «espíritu comercial» en una filosofía moralista de la historia, por no hablar de la tendencia «sadomasoquista» que se supone caracteriza el «proyecto» para con el «otro» en el existencialismo sartriano.

Marx insiste, apropiadamente, en el importante punto de que «El modo de producción burguesa es (…) antagónico no en el sentido de antagonismo individual sino de un antagonismo que emana de las condiciones sociales de existencia de los individuos».  Se les trata como si emanasen no de las condiciones sociales de existencia, sino de su presunta constitución, por naturaleza propia, como «individuos egoístas».

En concordancia, se proyecta sobre ellos una «naturaleza humana» ficticia, en sintonía con la definición subjetiva/individualista de la conflictividad objetiva/social. Y, por supuesto, la «naturaleza humana» estipulada es conceptuada como una «generalidad silente», de la que la multiplicidad de individuos aislados forma parte como individuos separados e incurablemente orientados hacía sí mismos. Se les describe como directamente vinculados (o sea, en su ficticia separación monádica) con su especie, precisamente en virtud de su individualidad abstracta —socialmente indefinida— y genérica.

En el siguiente Capítulo 4: LA DETERMINACIÓN NEGATIVA DE LA FILOSOFÍA Y LA TEORÍA SOCIAL, SUBSTANCIA, SUBJETIVIDAD Y LIBERTAD, Hegel manifiesta una entusiasta adhesión al principio de SPINOZA: su manera más impactante de ver la ineludible negatividad de las concepciones filosóficas que son representativas de la formación social del capital. Este principio establece: omnis determinatio est negatio: «toda determinación es negación». De allí que Hegel manifieste su  elogio  a la aseveración de Spinoza como «una proposición de infinita importancia».

De aquí en adelante, Hegel considera que el principio de Negatividad de Spinoza se basa en LO ABSOLUTO y, por otro lado, en SUBJETIVIDAD – PERSONALIDAD e INDIVIDUACIÓN, lo cual conlleva al postulado de “La substancia carece de l principio de personalidad”, finalizando en Libertad.

En concordancia, Hegel quiere remediar lo que él considera son los defectos del sistema de Spinoza empujando el concepto de mónada de Leibniz hasta sus límites absolutos, al definirlo de manera radicalmente negativa con el fin de poder derivar de él el «principio de individuación» igualmente negativo. Y quiere hacerlo de tal manera que tanto la mónada definida negativamente como el principio de individuación sean «elevados al rango de conceptos especulativos».

De allí se aborda el tema: EL ASPECTO POSITIVO DE LA NEGACIÓN CRÍTICA, estableciendo el autor que existe un momento crítico que apunta a la transformación del objeto de su crítica, haciendo una breve mención a las Teorías del egoísmo Racional, las Teorías Sociales y los Derechos del Hombre, tema que conlleva a expresar que la concepción socialista de los derechos humanos sigue siendo un rasgo obligado de todo el periodo de transición.

Seguidamente se desarrolla La Cuantificación de la calidad y la Ley de la Medida, comenzando por Los Límites del Horizonte Social de los Pensadores, de donde parten la Negatividad Crítica y la negación de la Negación, Finalmente Hegel desglosa su conceptualización de MEDIDA como el término que es definido como Necesidad, vía o una manera externa. Así mismo, lo explica con el significado de la Verdad Concreta del Ser, ya que lo traduce como El Absoluto, Dios, El Ser, siendo este la medida de todas las cosas.

De allí se emprende el Capítulo 5: AUGE Y CAIDA DE LA TEMPORALIDAD HISTÓRICA, partiendo de la explicación histórica en la Antigua Grecia y la Edad Media.  En este momento se habla de una Conciencia Histórica especificada en tres importantes puntos: 1) La determinación de la Agencia Histórica. 2) La percepción del Cambio, como un movimiento acumulativo que es  a la vez avance y desarrollo.  3) La Oposición como la Universalidad y la particularidad, la explicación  histórica de eventos relevantes.  Lo anteriormente señalado conlleva al autor a afirmar que el Hombre es el agente de la Historia pero que existe una Agencia Suprahumana que es la “Divina Providencia”, como una gran fuerza que siempre se moviliza detrás de todos los cambios.

De  aquí en adelante se analiza la “Divina Providencia” en las filosofías de las Historias Burguesas, desarrolladas históricamente durante la Edad Media, la Edad de la Revolución Francesa y la Edad de la Industria, esto nos indica que el autor hace un énfasis en que la “Divina Providencia” siempre ha estado presente en la Historia y la considera como una Voluntad Omnipotente que siempre puede interferir cuando le plazca, llamándola “LEGISLADOR DE LA NATURALEZA”, y reconociendo que en el pensamiento burgués, la “Providencia Divina” siempre estuvo presente como una teología tradicional.

Para finalizar, una vez revisados los diferentes postulados desarrollados en la obra y parafraseando a los críticos que han tenido la oportunidad de examinarla, se llega a la conclusión que la “Estructura Social y Formas de Conciencia” de István Mészáros, difunde temas históricos de gran trascendencia para el momento actual en que vivimos los venezolanos por cuanto se desarrolla el socialismo del siglo XXI como un cambio histórico basado en el ideal bolivariano de la patria grande, analizando el proceso polémico de construcción de las nuevas sociedades socialistas y estableciendo el carácter histórico que vincula las categorías de trabajo, producción y conciencia enmarcada en la vida comunal. 

De este modo, Mészáros menciona el espacio y el tiempo histórico como dos problemas recurrentes que representan los ejes de su discurso, dejando bien en claro que únicamente eliminando la acumulación y la expansión del capital se puede incursionar para alcanzar un cambio en la sociedad. 


Finalmente, se considera que la publicación de Mészáros brinda una serie de ideologías, pensamientos o corrientes que dan a conocer  la comprensión necesaria para lograr esa sociedad nueva a la cual se refiere el Socialismo del Siglo XXI, es decir, nos lleva a concluir que el autor quiere resaltar que ninguna sociedad moderna ni orden en particular puede concebirse sin que exista una dimensión histórica. 

ESTRUCTURA SOCIAL Y FORMAS DE CONCIENCIA


Ilustración: Obra de Benjamín Arenas, 2013



Por: MARLENE ROSALES / GISELA COLMENAREZ


Desde que se fundó el capital no es simplemente un conjunto de mecanismos económicos, como a menudo se lo conceptualiza, sino un modo multifacético de reproducción metabólica social, que lo abarca todo y que afecta profundamente cada aspecto de la vida, desde lo directamente material y económico hasta las relaciones culturales más mediadas. En consecuencia, el cambio estructural sólo es factible a través del cuestionamiento del sistema del capital en su totalidad como un modo de control metabólico social, en lugar de introducir ajustes parciales en su estructura.



Como nos indica la experiencia histórica del siglo xx, las dos ramas del movimiento obrero los reformistas/socialdemócratas y los posrevolucionarios estalinistas fijaron el objetivo de la transformación socialista adentro de los límites estratégicos globales del orden establecido y, en consecuencia, no lograron desafiar las determinaciones sistémicas del capital y su lógica de auto reproducción. El reformismo social demócrata estaba condenado al fracaso, porque deseaba reformar el capitalismo, al tiempo que aceptaba sin reservas sus limitaciones estructurales.

Por consiguiente, de manera inherentemente contradictoria, deseaba instituir una transformación reformista del capitalismo al principio incluso hasta el punto de convertirlo, llegado el momento, en socialismo (bajo el lema bernsteiniano de "socialismo evolutivo") sin cambiar su sustancia capitalista. Del mismo modo, el sistema socioeconómico posrevolucionario siguió atrapado por las alienantes limitaciones estructurales del capital en sí, aun cuando estableció un modo poscapitalista de extraer el excedente de trabajo por medios políticos directos a un ritmo impuesto y, de este modo, dio origen a un nuevo tipo de imponer el dominio del tiempo del capital (en lugar del anterior, impuesto por el mercado), como corresponde al sistema del capital en todas sus formas plausibles.
De manera que la razón por la cual todos los intentos de reforma pos estalinistas debían fracasar, inclusive la "perestroika" programáticamente reestructuradora de Gorbachov. La contradicción inherente de estos intentos de reforma posrevolucionarios no fue menos aguda que la que caracterizó a sus contrapartes socialdemócratas en el Occidente, puesto que ellos trataron de "reestructurar" el orden existente sin cambiar su estructura de mando jerárquica y explotadora de conjunto.



De tal manera, si el asunto crucial del poder de control metabólico social del capital no se aborda de manera efectiva, mediante transformaciones estratégicas globales llevadas a cabo de manera sistemática (en lugar de medidas reactivas más o menos aisladas), en ese caso incluso la intervención política más radical en una situación de crisis mayor, incluso tan trascendentales como el derrocamiento del Estado capitalista, ya experimentado históricamente en varios países, está destinada a permanecer unidimensionalmente inestable y en última instancia en peligro. Para poder producir la deseada transformación socialista de la sociedad, es necesario cambiar la estructura de mando jerárquica del capital.



Donde esto es necesario porque, sin hacerlo, no puede haber ninguna reorientación exitosa de la economía en el espíritu de la producción para el uso. Sin embargo, se está hablando de algo mucho más fundamental que la conquista de las palancas de control de los niveles altos del Estado político, puesto que cada componente, grande o pequeño, del modo de control metabólico social del capital tiene su propia estructura de mando que se encuentra profundamente enraizada y que busca su propia ventaja, tradicionalmente orientada a asegurar la expansión (sin preocupación por el uso ni la necesidad humana real) e impulsada por la acumulación (lo que favorece la adopción de las modalidades más fácilmente alcanzables, incluso si son extremadamente perjudiciales desde el punto de vista ambiental u en otros sentidos). Éste es el círculo vicioso que debe romperse si se aspira de alguna manera al éxito de las metas socialistas proclamadas. Pero para poder hacerlo, la estructura de mando jerárquica heredada e incluso el más pequeño microcosmos metabólico social del capital debe reemplazarse con una alternativa productivamente viable.



Cabe destacar que las personas que abogan por un cambio estructural trascendental deben estar siempre conscientes de las limitaciones que habrán de enfrentar. Al mismo tiempo, deben estar atentas para evitar que el peso de tales limitaciones se congele y se transforme en la fuerza paralizante de alguna "ley objetiva" ficticia que pueda desviarlas de sus objetivos declarados. El proceso de planificación factible en el “aquí y el ahora" es un excelente ejemplo. Como correctamente lo destacó Harry Magdoff, tanto en relación con las dificultades objetivas ineludibles como con su transfiguración fetichista: Obviamente, la magnitud y las destrezas de la fuerza laboral, la cantidad y calidad de la tierra cultivable, la oferta potencial de materias primas, las herramientas y demás equipos disponibles, los medios de transporte y comunicación, todos establecen serias limitaciones en cuanto a lo que puede lograrse en un momento dado.

Donde viene a jugar cada paso la planificación, tanto nacional corno localmente, debe tomar en cuenta las limitaciones prácticas. Una planta de aluminio sin una fuente adecuada de energía eléctrica sería inútil. Una planta química por lo general necesita grandes cantidades de agua. Una planta de acero debe disponer de fuentes accesibles de mineral de hierro y carbón de cocción. En los niveles más altos de la planificación, deben tomarse en consideración constantemente diversos balances y proporciones, como, por ejemplo, entre la industria y la agricultura, los bienes de producción y de consumo, las industrias de extracción y de producción, las necesidades de transporte y distribución, el ingreso de los consumidores y la oferta de bienes de consumo. Pero, ¿qué tienen que ver los límites objetivos con las "leyes económicas objetivas" del socialismo? Aquí llegamos al fondo del asunto. El efecto de confundir los límites y las limitaciones con las leyes oscurece (incluso se podría decir que oculta) los problemas básicos y los asuntos de política de una transición socialista.


La Determinación Social Del Método

Solo es posible conocer científicamente a través de un método. El método, en cada investigación, es el resultado de un diseño específico que se elabora, a partir de dos elementos: los conceptos que provee la teoría y las características de los datos disponibles. Es un proceso dinámico, teoría y método son una unidad dentro del cual la primera establece el marco conceptual en el que se desarrolla el segundo. Es decir los parámetros metodológicos de las varias teorías que articulan coherentemente los intereses fundamentales de base clasista, independientemente de las diferencias entre los pensadores particulares. Las diferencias que surgen sobre la base del escenario nacional dado; la relación de fuerzas localmente prevaleciente y las condiciones de la interacción social; el papel históricamente cambiante de la clase respecto a las potencialidades productivas de la formación social del capital y la consiguiente intensificación de los antagonismos sociales en una escala global.

Fijándose los mismo para la época en su totalidad, abarcando no sólo todas sus fases hasta el presente sino, mutais mutandis, también lo que nos guarda más allá. Se extiende, de hecho, hasta donde el capital pueda ser capaz de afirmarse y reafirmarse también en la época más compleja de la trasmisición hacia un nuevo orden social. Con la fuerza del control significativa del metabolismo social. Porque los parámetros metodológicos fundamentales de la época históricas están circunscrito por los últimos límites estructurales de su fuerza de control metabólico social dominante, y como tales se definen en términos de las potencialidades (y, también de sus limitaciones) inherentes al modo de actividad productiva prevaleciente y la correspondiente distribución del producto social. Por eso las figuras representativas del horizonte social del capital social tienen que conceptualizarlo todo de una manera determinada.

De manera que, la relación entre la estructura social y las formas de conciencia es de fundamental importancia. Porque la estructura social realmente establecida constituye el marco general y el horizonte en el que están situados los pensadores particulares en todos los campos del estudio social y filosófico, y es en relación con ellos que tienen que definir su concepción del mundo. De este modo, en la historia del pensamiento, desde sus principios hasta la actualidad, ni siquiera las actitudes positivas, que han buscado ser conscientes del conflicto social fundamental con el ineludible propósito de luchar contra él, han podido evitar verse afectados por las limitaciones estructurales de la sociedad de clases.

Además, existe una complicación adicional que se debe tener en cuenta al tratar de explicar el poder de la ideología. Tiene que ver con la ominosa dificultad involucrada al tratar de librarse del mito de la unidad que, es fácil comprender, domina el discurso ideológico a través de toda la larga historia de la sociedad de clases, ya que sin importar qué tan profunda y antagónicamente divididas puedan estar todas las clases sociales en relación a sus relaciones estructurales básicas deben, sin embargo, ser capaces de funcionar bajo circunstancias normales como un todo integrado; es decir, como totalidades y "sistemas orgánicos" desarrollados históricamente, con excepción, claro está, de aquellos periodos relativamente raros y breves de explosión y rompimiento que tienden a trazar la línea histórica de demarcación entre una y otra formación social.

Las implicaciones de estas consideraciones para las teorías socialistas son muy importantes dado que, en primer lugar, el juicio de que en la coyuntura actual de desarrollo histórico el problema de la trascendencia debe ser considerado como la necesidad de ir mas allá de las clases sociales como tales y no únicamente más allá de las determinaciones de una clase social en particular provecho de otra, no significa que se pueda escapar, bajo la fuerza de este juicio únicamente, a la necesidad de articular ideológicamente la conciencia social con el objetivo práctico de luchar para resolver el conflicto fundamental de la división estructural en juego y que consiste en- controlar el metabolismo social como un todo. Así, el imaginar que teoría: socialista pueda ser "libre ideológicamente" significa de hecho hacerle el juego al adversario quién tiene ciertamente un profundo interés en hacer aparecer su propia; posición como "consensuar, "objetiva'-, "científica" y completamente "libre de prejuicios ideológicos".

Así mismo la segunda implicación en importancia está estrechamente relacionada a la primera. Se presenta a sí misma frente a la teoría socialista como la necesidad de mostrar sin ambages las insalvables divisiones internas del orden establecido en su lucha por la hegemonía ideológica, retando abiertamente así al mito de la unidad tan profundamente enraizado en las formas anteriores de discurso Ideológico. Si este reto no es tomado con un enérgico compromiso ideológico, la teoría socialista contemporánea ni puede contribuir al desarrollo del conocimiento, ni puede llevar a cabo el compromiso. Práctico necesario para reducir los dolores del alumbramiento de la "nueva forma histórica".


Sin embargo, curiosamente, los "dogmas" metodológicos propuestos están definidos de tal manera que vastas áreas de interés social vital son, a priori, excluidas de este discurso racional como "metafísicas", "ideológicas". El efecto de circunscribir de esta manera el alcance del único enfoque admisible, es que en el propio nombre de la metodología se descalifica automáticamente a todos aquellos enfoques que no están dentro del marco estipulado del discurso. Como resultado, aquellos que proponen el "método correcto" hacen caso omiso de las dificultades que van con el reconocimiento de las divisiones reales e incompatibilidades que necesariamente surgen de la contienda de intereses sociales que se da en las raíces de enfoques alternativos y de conjuntos rivales de valores asociados a ellos.



Donde se puede visualizar con más claridad la orientación social implícita en todo el proceso. Pues —lejos de ofrecer un panorama adecuado para un estudio crítico— la defendida adopción general del así llamado marco metodológico neutral, es equivalente, de hecho, a consentir en ni siquiera plantear los problemas que verdaderamente tienen importancia. En su lugar, el proceso metodológico "común" logra transformar la tarea del "discurso racional" en la dudosa práctica de producir metodologia para la propia metodologia: una tendencia que se ha pronunciado más en el siglo XX que nunca antes. Esta práctica consiste en afilar tanto el cuchillo metodológico recomendado, que no queda otra cosa que el puro mango, adoptando en ese momento un nuevo cuchillo con el mismo propósito; así, el cuchillo metodológico ideal no está hecho con el propósito de ser empleado para cortar sino con el único objetivo de ser afilado, interponiéndose de esta manera entre el intento crítico y. los objetos reales de la crítica a los cuales puede obstaculizar durante tanto tiempo como la seudocrítica actividad de' afiladura por la afiladura misma siga tratando de ser lograda. Resultando ser precisamente su objetivo ideológico inherente.



Cabe destacar que naturalmente, hablar de un marco metodológico común en el cual se puedan resolver los problemas de una sociedad dividida por intereses sociales y confrontaciones antagónicas irreconciliables, es engañoso; en el mejor de los casos, no resiste cualquier argumento relativo a las "comunidades ideales de comunicación". Pero el definir los principios ideológicos de todo discurso racional en términos de transubstanciar la discusión de los valores sociales contendientes al ponerlos en "tipos ideales" (o poniéndolos en "paréntesis" metodológicos) revela tanto el color ideológico como la extrema falacia de la proclamada racionalidad. Ya que tal tratamiento a las principales áreas de conflicto, que se presenta bajo un gran variedad de formas de la versión vienesa del "positivismo lógico" a la famosa escala de Wittgenstein que debe ser "desechada" al momento de confrontar el problema de los valores; y desde la defensa del "poco a poco" hasta la "emotiva" teoría del valor, inevitablemente favorece siempre al orden establecido.

En consecuencia lo hace así manifestando que los parámetros estructurales fundamentales de la sociedad en cuestión están "fuera del control" de los contendientes potenciales, con base en la autoridad de la metodología idealmente común. Sin embargo, aún bajo una inspección superficial de los elementos considerados, debería resultar bastante obvio que el permitir que no se cuestione el marco estructural fundamental del orden establecido es radicalmente diferente si se hace como beneficiario de ese orden o desde la posición de aquellos que se encuentran en el lado opuesto, explotados y oprimidos por las determinaciones absolutistas (o no solamente limitados por algunos detalles más o menos fácilmente corregibles) de ése orden. Consecuentemente, el establecer una identidad común para ambos lados opuestos de un orden estructuralmente salvaguardado por las jerarquías convirtiendo a la gente que pertenece a las fuerzas sociales contendientes en ficticios "interlocutores racionales", extraídos de su mundo real divididos para ser trasplantados al benéficamente compartido universo del discurso ideal sería nada menos que un milagro metodológico.

En este sentido, contrariamente al anhelante pensamiento que hipostasia a la comunidad como racional, atemporal, y no determinada en términos sociales, la condición elemental de un discurso verdaderamente racional sería el reconocer la legitimidad de afrontar el orden establecido de la sociedad en términos substantivos. Esto implicaría la articulación de los problemas más importantes no en el plano de la teoría y de la metodología autorreferenciales, sino como problemas inherentemente prácticos cuyas condiciones de solución apuntan hacia la necesidad de cambios estructuralmente radicales. En otras palabras, requeriría el rechazo explícito de toda ficción de neutralidad metodológica y metateórica.

Pero, desde luego, esto sería esperar demasiado precisamente porque la sociedad en cuestión es una sociedad profundamente dividida. En lugar de ello, por medio de las dicotomías de "valor y hecho", "teoría y práctica", "racionalización formal y substantiva" el milagro todo lógico trascendente al conflicto es constantemente estipulado como el necesario marco regulador del "discurso racional" para las ciencias sociales y humanidades, en beneficio de la ideología dominante. Lo que hace a este enfoque particularmente difícil de desafiar es que los valores que conlleva son a tal grado mediatizados por preceptos metodológicos que es virtualmente imposible ponerlos en el foco de la discusión sin abiertamente cuestionar el marco como un todo. Pues los conjuntos de valores conservadores que están en las raíces de tal orientación se mantienen desplazados a varios pasos del sujeto ostensible de disputa, definidos en términos lógico metodológico formal-estructural y semántico-analítico. ¿Y quién tacharía de propensión ideológica a las impecables sancionadas metodológicamente credenciales de "reglas de procedimiento", "modelos" y paradigmas"? Sin embargo, una vez que tales reglas y paradigmas son adoptadas como el marco común de referencia de lo que puede o no ser reconocido como el legítimo sujeto de debate, todo lo que entra en él se ve necesariamente restringido no sólo por el campo del marco general, sino que también y de manera simultánea por las presuposiciones ideológicas inexplícitas con base en las que los propios parámetros metodológicos fueron originalmente constituidos.

Razón por la que las pretendidas ideologías "no ideológicas" que con tanto éxito ocultan y ejecutan: su función apologética disfrazadas de metodología neutral, son doblemente mixtificantes. Las corrientes de pensamiento del siglo XX están dominadas por enfoques que tienden a articular los valores e intereses sociales del orden dominante a través de complicadas en ocasiones completamente desconcertantes mediaciones en el plano metodológico. De esta manera más que nunca antes el objetivo de la desmixtificación ideológica es inseparable de la investigación de la compleja interrelación dialéctica entre métodos y también práctica dominante en la sociedad.



Orientación hacia la Ciencia y la Clave Teórico-Metodológica -el Papel Práctico Asignado a las Ciencias Naturales.



Desde Descartes, el problema de cómo llevar a cabo el "dominio del hombre sobre la naturaleza” se ha tratado de resolver con incesable intensidad y parcialidad. Al mismo tiempo, el mucho más difícil problema de cómo lograr "el dominio del hombre sobre sí mismo" esto es, sobre las condiciones de las interrelaciones humanas entre ellos o es completamente ignorado o es mecánicamente subordinado así problema de cómo asegurar el autodesarróllo de la ciencia y de la producción material, lo cual, bajo las condiciones dadas, es de hecho equivalente a obedecer ciegamente los imperativos del autoexpansivo valor dé cambio.

De esta manera, constantemente se presenta la esperanza de resolver los problemas de la humanidad mediante e! soló avance de la ciencia y de la actividad productiva, esto es, Sin ninguna mayor intervención en el plano de la propia estructura social. En este sentido, saber qué clase de uso ideológico manipulativo se puede hacer de la ciencia en la sociedad contemporánea, es secundario.



Una Tendencia General al Formalismo



El formalismo enfrentan en la vida real de su plano material, a la esfera legislativa de la formalmente omnipotente razón y, por ende, Trascendiendo idealmente, en términos de postulados formales universalmente. Válidos, el verdadero conflicto. Así que, más que ninguna otra cosa, la necesidad de calificar a los conflictos identificados como 'ontológicamente" insuperables, o de declararlos "poscritos" sobre la base de la indesafiable autoridad de la razón pura (Kant): o de otra manera "resolver" y "disolver" imaginariamente (o más aún negar la misma existencia de) conflictos y antagonismos cimentados objetivamente que en los fundamentos estructurales capitalistas son necesariamente insolubles y trae consigo la tendencia al formalismo: especulativo, en ocasiones con las; más asombrosas consecuencias filosóficas.

Donde el significado metodológico general dé esta tendencia estriba en el intento asociado a ella de "trascender" dentro de sus propios marcos de referencia algunas contradicciones materiales importantes ya sea que se piense en aquello que está entre el carácter inherentemente social de la moralidad y la formalmente. "universalizante" individut de ihick kantiana, o en las determinaciones materiales objetivas de la sustantiva irracionalidad del capital en; los dominios de la "sociedad civil" y su reconciliación hegeliana lógico / metafísica en la "racionalidad del Estado sin olvidar su equivalente welteriano de oponerse desde la racionalidad, "formal “hasta la racionalidad "sustantiva" las cuales no son accesibles 
a ninguna otra solución, dentro de los horizontes conceptuales de los pensadores involucrados.


La Posición de la Individualidad Aislada


La función ideológica: crucial del punto de vista de la individualidad aislada es la inversión radical de la relación estructural objetiva entre diferentes tipos de conflictos y antagonismos: Dada su constitución y orientación inherente, debe enfocar su atención a aspectos subjetivos-individualistas de la contradicción, relegando al mismo tiempo los antagonismos primarios a la periferia, si acaso se llegan a reconocer. Únicamente la "competencia entre individuos" puede ser reconocida como enraizada en determinaciones "objetivas" es decir, genéricamente "naturales", mientras que las dificultades de "conflictos de grupo" y de "intereses de grupo" deben ser disueltas en el vacuo concepto de "interacción individual agregada". De manera similarmente, a nivel de las estructuras materiales de la sociedad, es la esfera dé la distribución y de la circulación lo que cuenta, con sus conflictos secundarios y sus vicisitudes de competencia individual, mientras que las presuposiciones objetivas de todo el sistema productivo son simplemente obviadas.



Destacando que la hipostatización de las categorías; la inversión metodológica de sus interconexiones objetivas (como, por ejemplo, en el caso de la relación entre producción y consumo); la tendencia hacia explicaciones mecánicas tendenciosas que conllevan una esencia fetichista en la determinación natural y en la permanencia absoluta de las relaciones sociales que se refleja en la inversión de categorías; la liquidación de los resultados dialécticos obtenidos en contextos menos sensitivos ideológicamente; y el triunfo último de la circularidad aun en los esquemas conceptuales! de, figuras tan grandiosas corno Hegel, son todas características, metodológicas ideológicamente reveladoras de la época del capital. Como tales, muestran perplejamente las contradicciones internas y las limitaciones estructurales de la posición dé la economía política —en su equivalencia metodológica a la posición de la individualidad aislada la cual no puede ser trascendida ni aun por el mayor de los logros individuales que emanan del terreno social del capital y de las premisas materiales.


La Determinación Negativa de la Filosofía y de la, Estrategia Social

Se resume de la manera más desconcertante la inevitable negatividad de las concepciones filosóficas representativas de la formación social capitalista mediante la insistencia de que omnis de Urminatio est negatio (toda determinación es negación). No es de sorprenderse que Hégel anuncie su entusiasta adhesión a la negatividad radical de este principio y llame a la máxima de Spinoza 'Hiña proposición de infinita importancia". Aunque ciertamente lo critique al mismo tiempo porque su pensamiento no va lo suficientemente lejos "más allá de la negación como determinación o cualidad hasta el reconocimiento de ésta como absoluta, esto es una negación que seautoniega1 y "una negación negativamente autorelacionante". Pero mucho, más allá de la relación entre estas dos sobresalientes figuras de la tradición filosófica en discusión, la orientación negativa de su empresa desde el crítico intento, de la "duda metódica" cartesiana y la batalla de Bacon contra los "ídolos" pasando por la "filosofía crítica de Kant" y las radicales negaciones de Kierkegaard hasta la ilimitada "nadidad" de Sartre y la incorregible negatividad de la "teoría crítica" T es innegable. Algo similar sucede con la reglamentación general de las relaciones.

Resaltando la manifestación de actitudes positivas vita-vis en el orden establecido sólo puede producir la falsa positividad del pensamiento hegeliano de que "lo que es racional es real y lo que, es real es racional". Lo que puede peligrosamente admitirse es la formulación de "correctivos" parciales, que tienen relación tanto con las operaciones materiales de ,1a, sociedad de; mercado como con el "interferente" (o en otro sentido imperfecto) funcionamiento del Estado. La "positividad", en la medida en que es compatible con esta tradición, asume la paradójica forma de la "negación de la negación" y se detiene ahí, aun cuando se articula como la desesperadamente utópica contra imagen del "gran rechazo" de Marcuse.

La Supresión de la Temporalidad Histórica

La totalidad social dada es sistemáticamente eludida, haciendo caso omiso del problema dé cómo el orden existente llega a ser una totalidad, de tal forma que se pueda mantener la circularidad de presuposiciones inexplicadas "explicando" la importancia de otras presuposiciones. Así, partiendo de lo dado como una totalidad auto explicativa, las recíprocas referencias del “círculo dialéctico" no solamente "explican" la función específica de los diferentes aspectos sino que también, y dé manera simultánea, les confieren la apariencia de permanencia.

Por consiguiente, el ignorar la génesis histórica del sistema existente cumple su función ideológica mediante la destrucción dé la dimensión histórica del orden establecido también en la dirección del futuro. Esto es lo que Marx llama la "eternización de las relaciones de producción burguesas" que juega un papel muy importante en las correspondientes conceptualizaciones de la época, desde sus primeras fases hasta el presente.

Como resultante, el desarrollo histórico como un proceso dinámico es, o bien completamente ignorado (tanto en el pasado como con relación al futuro), o se le permite que entre al escenario solamente por tiempo y, propósitos muy limitados, apuntalando al presente en su "actualidad racional" pero, al mismo tiempo, bloqueando completamente el futuro. En este sentido, la adopción de una posición que concede existencia histórica únicamente al pasado, trae con ella una concepción de temporalidad "decapitada", con implicaciones metodológicas de largo alcance para todos los aspectos de las teoría que operan dentro de su marco histórico.

Dualismo y Dicotomías

Entre la filosofía del "sujeto" y del "objeto", de lo "particular, y de lo "universal", de la "apariencia" y de la "esencia", del "hecho" y del "valor", "para sí misma" y en "sí misma", cuya solución está necesariamente más allá de su alcance. El dualismo intrascendente está presente desde el mismo principio en la forma en que los mismos problemas son percibidos y definidos en relación al "sujeto" filosófico. Puesto que las dificultades inherentes a la compleja práctica social (que tiene que ver con la realización de objetivos tangibles) son transubstanciadas en los mixtificantes, y a nivel de la subjetividad aislada absolutamente irresolubles problemas de "cómo puede la inmanencia de la conciencia" concebida como la interiorización autoreferencial del ego "alcanzar su objeto", esto es, sin violar su autoimpuesto principio escolástico de lograr tal objetivo "rigurosamente dentro de la esfera de la inmanencia".

Así pues, paradójicamente, el mundo capitalista redificado, el aislada, produce un sujeto alienado del discurso filosófico cual es de jacto impenetrable desde el punto de vista dé la individualidad un aparato azarosamente abstracto y en gran medida arbitrario, derivado por medio de la destrucción "reductiva" y sistemática de las características inherentemente sociales de todos los sujetos individuales reales como para reforzar la impresión dé impenetrabilidad, cambiando su status ontológico de de jacto a. de jure mediante la declaración de que éste es equivalente a la "estructura ontológica" pretendidamente dualística del mundo del ser "auténtico". Y nada podría legitimar el orden social existente con mayor eficacia ideológica que su pretendida identidad con las más profundas y permanentes determinaciones ontológicas
Postulado De "Unidad' Y Universalidad
Las aspiraciones de universalidad dé la filosofía no pueden ser abiertamente abandonadas mientras conscientemente permanezcan dentro de su estructura; por el contrario, deben ser constantemente reafirmadas con la mayor dé las insistencias; la más problemática es el reclamo de universalidad dé las filosofías particulares involucradas; en razón de su incorregible fundamentación individualista.
Y por otro lado, precisamente porque el punto de vista de la individualidad aislada circunscribe el horizonte de las filosofías, en cuestión él intento de ir más allá de la simple particularidad dentro de sus limitaciones estructurales no sólo produce un mareo conceptual dualístico, sino que también uno en el cual las dimensiones de unidad y universalidad son solamente presupuestas, postviadas o, hipostasiadas pero nunca demostradas. 
Transición Socialista

Soñar con el comunismo no es más utópico que creer en la reproducción ad infinitum del capitalismo, y sí más racional. Avanzar hacia el comunismo exige atravesar por un proceso de mediación o transición socialista, donde se establece una contradicción cuyo primer polo es el de la competencia y producción anárquicas y la planificación el segundo; tal contradicción tiende a resolverse cuando se expande la propiedad pública y, al mismo tiempo, se amplía la gestión democrática, participativa, en los procesos del desarrollo social.
De esta manera la finalidad socialista de mejorar sostenidamente las condiciones de vida de las personas entra en pugna con la necesidad de incrementar de modo integral la eficiencia de los procesos productivos, lo que tiende a solucionarse mediante la extensión del desarrollo de la autoadministración, esto es, de la auto-planificación, auto-organización, auto-ejecución y el auto-control. En la transición socialista, la capacidad del hombre para formular y construir utopías encuentra en la planificación una vía ideal para manifestarse. El planeamiento, como característica esencial del modo socialista de control social, es una forma alternativa al control ejercido por el capital y, en ese sentido. Fortalece ante la adversidad. Dicha unidad dialéctica imbrica la concepción científica del mundo ofrecida por el pensamiento marxista-leninista (materialismo dialéctico e histórico) con la concepción moral del mundo cuya fuente principal es el pensamiento martiano.
Economía solidaria en Venezuela
El proceso actual de cambio en Venezuela se plantea la transformación social y económica del país. Cuando el Comandante Hugo Chávez Frías asumió la presidencia en 1999, pero solo después de haber superado el golpe de Estado en 2002 y el “paro petrolero” en 2002/2003 fue que arrancó una nueva política económica con una orientación más alternativa, aumentando la promoción de cooperativas e introduciendo modelos de cogestión. La idea de los ciclos o circuitos de producción y consumo comunales que permea la concepción de economía comunal en Venezuela tiene como fundamento las ideas de Istvan Mészáros sobre la transición al socialismo planteadas en su libro Más allá del capital (1995). Mészáros aboga por la construcción de sistemas comunales (comunitarios y cooperativos) de producción y consumo, donde el trabajo determine las relaciones de intercambio entre las personas. 
Donde dicha estrategia para la construcción de una economía mire más allá de las lógicas capitalistas y hacia la democratización de los ciclos económicos y que está enfocada en la expansión y consolidación de una economía basada en unidades productivas auto-administradas, promovidas por el Estado. Ella está orientada por un modelo de desarrollo endógeno radical: un desarrollo sustentable basado en los propios recursos y potencialidades locales, la administración colectiva de los medios de producción y un papel más activo del Estado en la economía. Se busca construir cadenas productivas enlazando pequeñas empresas autogestionadas, como las cooperativas, con medianas empresas cogestionadas entre los trabajadores y las instituciones del Estado o las comunidades, y ambas con grandes empresas estatales a cargo de la producción y servicios estratégicos que son cogestionadas democráticamente entre el Estado y sus trabajadores. 
Como se puedo observar en Venezuela también se aplicó la figura legal de las cooperativas en los casos de empresas recuperadas por trabajadores y/o nacionalizadas por el gobierno. A través de la copropiedad de acciones de la empresa entre los trabajadores y de instituciones estatales, se justificaba la cogestión, es decir, la administración compartida entre ellos. La fábrica se refundaba como una sociedad anónima con un 51% de propiedad estatal y un 49% de propiedad de la cooperativa formada por los trabajadores. Todas las decisiones importantes que afectan a la fábrica se tomaban en la asamblea semanal de la cooperativa. Aquellas decisiones de un alcance más amplio tenían que ser aprobadas por el ministerio, ya que el Estado era el dueño mayoritario.
Se puede aseverar que en Venezuela se están implementando una gran variedad de medidas para promover cambios estructurales en la economía y alcanzar una democratización de las relaciones de producción. Algunas buscan ir más allá de la explotación capitalista de fuerza de trabajo asalariada, de la separación entre trabajo manual e intelectual, y de la separación entre las empresas y los grupos sociales que ellas afectan con su actividad, creando las condiciones para, a mediano o largo plazo, superar el capitalismo. Otras medidas solo pretenden una democratización más estrecha de las relaciones de producción capitalistas, de la propiedad y administración de los medios de producción, sin trazarse como objetivo el establecimiento de relaciones de producción socialistas, es decir, donde la sociedad controle los procesos productivos y se garantice de esa manera que satisfagan necesidades sociales. 
Paralelamente, existen también dentro del Estado resistencias institucionales y estructurales en contra de esa construcción. Estas tensiones son reforzadas por la centralidad que tiene el petróleo para la economía venezolana, que fomenta el estadocentrismo, la centralización del poder y estructuras verticales28. Los conflictos se multiplican con la profundización de los cambios que aumentan las resistencias del viejo Estado frente al cambio. Al mismo tiempo, aumentan las luchas por una ulterior profundización del cambio, las cuales se dirigen más y más en contra de los bloqueos institucionales. A causa de los intereses económicos en juego, los conflictos se potencian aún más en el sector productivo. Así que para la construcción de una economía que no siga la racionalidad del capital será fundamental conectar las diferentes empresas nuevas y crear condiciones para su funcionamiento sin apoyo del Estado. Esto será decisivo para lograr un desarrollo endógeno radical, y no solamente una repetición de una política de industrialización por sustitución de importaciones bajo una administración burocrática estatal, lo que significaría la continuación del modelo rentista basado en las exportaciones petroleras que ha caracterizado a Venezuela. Después de las experiencias con diferentes modelos de propiedad, el modelo preferido por los trabajadores y por el Estado, por lo menos como orientación normativa, es el de “propiedad social directa”. Es decir, el modelo preferido de empresa es una administrada por los trabajadores y las comunidades organizadas en consejos comunales u otras formas de autogobierno. 
Destacándose el modelo más exitoso hasta el momento es el de las cooperativas comunales o empresas comunales, que son generalmente promovidas en las comunidades por las instituciones del Estado para crear unidades de producción local y empresas de servicios a la comunidad. En muchos casos, estas empresas han logrado crear un mayor equilibrio entre costos, eficiencia y dimensión social, más que las empresas del Estado y las empresas privadas. Todos esos debates no son solo de carácter teórico. La cuestión de “otra economía” está en la agenda práctica. Durante los últimos años surgió, más allá de todos los errores y problemas, una gran variedad de modelos empresariales alternativos y colectivos. A pesar de todo, la gran cantidad de medidas diferentes en un tiempo reducido ha producido muchas iniciativas exitosas. La búsqueda de nuevos modelos empresariales sigue desde arriba y desde abajo. Y en el lapso de los últimos años las iniciativas desde abajo han aumentado. 



Desde un punto de vista metodológico, esa «comunidad ideal» anhelada sería el punto de partida en la transformación de la comunidad actual, no deseada para el futuro, y su conversión en la comunidad que en realidad se tendría. La brecha entre la ideal y la real debiera ser una variable tendiente a cero, no obstante, el cambio finalmente alcanzado dependerá de las condiciones históricas concretas donde tiene lugar el proceso de desarrollo comunitario, y de la influencia ejercida por diversos factores: la pasión, la voluntad, la proactividad, la creatividad, de los sujetos involucrados; así como los medios disponibles. En documentos de carácter provincial se trata la importante cuestión de la necesidad de articular el plan de acción de la comunidad con los planes de la economía y el presupuesto anual. Al respecto, es preciso añadir que tal articulación debe responder al principio de unidad, es decir, la relación entre las distintas escalas no debe ser verticalista ni autoritaria, sino que debe fluir en dos corrientes de información y comunicación articuladas: «micro-meso-macro» y «macro-mesomicro », integradas en un proceso único que, para ser viable, exige una elevada eficiencia integral ajena a la burocracia inoperante.
Por consiguiente, vale destacar a este gran filósofo Rousseau el cual ofrece la siguiente caracterización del cuerpo social y de sus instituciones vitales:

El organismo político, tomado individualmente, puede considerarse como un organismo viviente que se asemeja al de un hombre. El poder soberano representa la cabeza; las leyes y el fisco son el cerebro, fuente de los nervios y lugar del entendimiento, de la voluntad y de los sentidos, del cual los jueces y los magistrados son los órganos; el comercio, la industria y la agricultura son la boca y el estómago que preparan la subsistencia común; el ingreso público es la sangre a la cual una economía prudente, al efectuar las Funciones del corazón, hace que distribuya por todo el cuerpo nutriente y vida; por otro lado, los ciudadanos son el cuerpo y los miembros que dan vida a la máquina, se mueven y trabajan. No hay parte de esta máquina que pueda ser dañada sin que de inmediato una impresión dolorosa sea transmitida al cerebro si el animal se encuentra en estado de salud. La vida de ambos grupos es la identidad, el yo común al todo, la sensibilidad recíproca y correspondencia interna de todas las partes. Si esta comunicación termina, la unidad formal desaparece y las partes contiguas se pertenecen una a la otra sólo por yuxtaposición, el hombre muere o el Estado se disuelve.
Asimismo el camino que conduce a un conocimiento completamente fundamentado, esto en el más alto sentido, o (lo que es lo mismo) que conduce a un conocimiento filosófico, es necesariamente el camino del autoconocimiento universal antes que nada monódico, y después intermonadico. También podemos decir qué una continuación radical y universal de las meditaciones cartesianas, o (su equivalente) un autoconocimento universal, es la misma filosofía y abarca a toda la ciencia autoexplicable. La máxima deifica, "¡Conócete a ti mismo!" ha ganado una nueva significación. La ciencia positiva es una ciencia perdida en el mundo. Debo perder el mundo considerado por épocas, con el propósito de asirlo nuevamente mediante un auto examinación universal. “dice Agustín, <in te redi, in interiore homine habitat ventas''. ("No desees salir de ti; vuelve a tu interior. La verdad habita en el interior del hombre")
Conclusión

Como se ha venido desarrollando, la estructura social y formas de conciencias viene a cotejar la ideología metodológica más significante en las concepciones teóricas dominantes que surgen en el terreno social capitalista caracterizadas por:

1) Una orientación unilateral hacia la ciencia con el interés de controlar a la naturaleza subordinándola a los dictados materiales capitalistas;

2) Una tendencia general al formalismo:

3) Una postura de individualidad aislada en su equivalente metodológico en relación a la postura dé la economía política;

4) La determinación negativa de la filosofía y de la estrategia social;

5) La supresión de la temporalidad histórica;

6) Dualismo "penetrante en todo" y el culto a dicotomías insuperables;

Y

7) El intento por superar las limitaciones del horizonte general mediante los solos postulados de unidad y universalidad.
En donde, el enfoque marxista se origina bajo los mismos fundamentos sociales, aun si definiera su propia posición como una negación radical de aquellos que se identifican con la postura de la economía política. Y puesto que las características metodológicas que hemos someramente repasado constituyen un conjunto entrelazado de preceptos conceptuales el método marxista esta articulado dé manera diametralmente opuesta a cada uno de ellos. Mostrándose el papel de la ideología en este proceso de autodefinición positiva no puede ser enfatizado de manera suficiente. En verdad, no es posible pensar que las potencialidades positivas de la propia época de ahondamiento de la crisis estructural podrían ser realizadas sin la más activa contribución de la ideología socialista. Es triste, sin embargo, que por tanto tiempo hayan estado excesivamente preocupados con los aspectos negativos de la ideología, Menos preciando al mismo tiempo su gran poder positivo. 
Adonde el punto final por establecer es que cuando se piensa en los valores sustantivos vitales requeridos por el sistema cualitativamente diferente de mediaciones no antagónicas, en conjunción con la igual real, inevitablemente pasa a primer plano la importancia de la solidaridad, en vista de los agudos peligros de nuestra condiciones con la igualdad real, esta tiene que asumir una solidaridad internacional, como el necesario principio orientador y marco operativo para el intercambio positivo por parte de los individuos sociales libremente asociados entre ellos mismo, en un orden reproductivo, globalmente entrelazados. La globalización capitalista hoy agresivamente promocionada bajo hegemonía de Estados Unidos constituye otro intento definitivamente condenado al fracaso de imponerle el “estado del sistema del capital como tal” al resto del mundo. Sin hacer ningún esfuerzo por resolver las grandes iniquidades y penurias nacionales históricamente creadas y persistentes. 
Sin embargo sólo la institución exitosa del sistema de mediaciones no antagónicas como la alternativa hegemónica de la nueva forma histórica del poder del capital hoy dominante, puede demostrar el camino de la salida de ese peligroso antagonismo. Porque ellos no pueden ser superados sin una interrelación plenamente equitativa de solidaridad sustantiva entre los individuos sociales libremente asociados, y entre sus países, en forma de su solidaridad internacional genuina, capaz de enfrentarse positivamente a los fracasos del pasado. Es ésa la única expectativa históricamente sustentable para el futuro… 
Bibliografía consultada.

Mézsáró Istvián Estructura Eocial y formas de Conciencia, Volumen I, MONTE AVILA EDITORES LATINOAMERICANA C, A. 2011

Azzellini, Dario. Partizipation, Arbeiterkontrolle und die Commune Bewegungen und soziale Transformation am Beispiel Venezuela. Hamburg: VSA, 2010.

--- “Poder Constituyente en movimiento: 10 años de proceso de transformación en

Venezuela”, en Marco Coscione (2010),

Díaz, Benito. “Políticas públicas para la promoción de cooperativas en Venezuela”, en Revista Venezolana de Economía Social, año 6, Nº 11, pp. 149-183, 2006.
Ministerio de la Economía de las Comunas (Minec), “Reseña histórica” en http://www.misioncheguevara.gob.ve/contenido.php?id=215, 12 de agosto de 2009.