martes, 28 de octubre de 2014

SOBRE HUMILDAD ACADÉMICA Y SENTIDO COMÚN

Nota:
Con 24.324 entradas hoy amaneció mi blog http://trabajodeaplicacionsocialesunellez.blogspot.com/, lo cual me hace pensar con mayor humildad mi aporte académico al área de pre-grado de UNELLEZ, en donde se ha venido realizando una importante labor en el área de Trabajo de Grado y Pasantías. También se me informó que a partir de noviembre coordinaré la Revistar arbitrada de Ciencias Sociales de UNELLEZ-VPA, por decisión de las autoridades académicas, lo cual impulsa aún más mi compromiso con mis estudiantes y me obliga a tener los pies más sobre la tierra. De eso se trata la humildad académica: de no descuidar de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos.

En el pasado uno exploró diversas acciones y torrentes de vida que de alguna manera le crearon fortaleza de espíritu para confrontar el duro camino del academicismo. Es un submundo difícil, lleno de egolatrias y falsas posturas frente a la realidad. Quiero que ustedes aprendan a confrontar ese mundo; que dobleguen los "falsos positivos" y se hagan perdurables en el ámbito académico, sin descuidar que antes que nada son seres humanos. Hoy que quien les sirve de facilitador de conocimiento recibe noticias alentadoras en su desarrollo profesional, les doy el ejemplo de la humildad: son solamente espacios para seguir sirviendo. Y le digo más, detrás de tantas responsabilidades el "bendito capital" es infimo, para que valoren que en la academia no encontraran riquezas materiales, pero sí mucho reconocimiento de tus semejantes de la labor cumplida. Esa debe ser nuestra meta y nuestro objetivo desde el plano ontológico y axiológico. Para reforzar estas ideas, reproduzco un ensayo de  Yolanda Hernández Arciniega UVM-Corporativo, aparecido hace algún tiempo en la Revista digital Episteme de México. Un ensayo que nos brinda los elementos constitutivos de esa humildad académica que se transforma en liderazgo...






Urge un líder con sentido humano

Yolanda Hernández Arciniega*
UVM-Corporativo



Resumen
Obra de editorial Pearson (2007), en la que Elizabeth Manning, Giuseppe Amedeo Da Ríos y Rubén Leo, plantean la necesidad que tenemos en el mundo actual de formar líderes con valores humanos, llevándonos de la mano a lo largo de diez capítulos, con una redacción ágil, accesible y sugerente, para descubrir y analizar cualidades de este tipo de líder como: autoestima, humildad, fortaleza, responsabilidad y autoridad, más no autoritarismo. 
Cada capítulo cuenta con citas y definiciones, así como con lecturas que apoyan de una manera didáctica la mejor comprensión del tema.
Introducción
Urge un líder con sentido HUMANO sensibiliza al lector sobre la capacidad que todos tenemos para llegar a ser líderes con esta cualidad. Analiza el concepto de liderazgo con sentido humanovinculándolo a todo aquel que esté interesado en desarrollarse como una persona que posee una formación integral, que conoce la polifacética naturaleza del hombre y que lo sabe guiar con valores hacia metas concretas en favor de su comunidad.
Una de las aportaciones de esta publicación, es vincular al líder con la capacidad de amar a sus seguidores y no solamente de pensar en su persona, así como perfilarlo como un ser joven de espíritu, realista y humilde, capaz de armonizar razón, emociones, sentimientos y voluntad, teniendo como objetivo prioritario fomentar, con su ejemplo y palabra, el espíritu de colaboración y servicio.

Los conocimientos vertidos en el libro promueven una reflexión profunda sobre la persona y la posibilidad de un cambio de actitud ante la vida a través de todos los conceptos vertidos, las lecturas y las reflexiones propuestas en los diferentes capítulos.

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Los siete hábitos
El líder con sentido humano se hace, forma y realiza mediante su libertad de autodeterminación. Al plantear este contexto llegamos a la conclusión de que cualquier persona, sin importar su temperamento, puede educar su carácter para llegar a tener una finura de espíritu , entendida como la característica de una persona que ha desarrollado de manera armónica un buen conjunto de hábitos positivos; gracias a ellos sabe elegir la acción más justa y éticamente buena.

Los hábitos que posee una persona definen el carácter y la personalidad del ser humano, de modo que el líder con sentido humano, logra potenciar capacidades y le ayuda a tener el control de las acciones y de las cosas. Siete hábitos sugeridos para el liderazgo con sentido humano son: humildad, autoestima, responsabilidad, fortaleza, honestidad, veracidad y autoridad.

•  Humildad
La humildad es un hábito positivo que permite conocer y aceptar la verdad de nosotros mismos, esto es, lo que somos con cualidades y defectos, así como nuestras fortalezas y debilidades.

Otro aspecto importante del líder con sentido humano es el honor, entendido como el impulso a ser cada día mejor, destacar y afirmar sus capacidades, el honor se acompaña de la magnanimidad que es el hábito que nos lleva a buscar libremente lo grande y sublime.
La función del líder con sentido humano es liberar el conocimiento en su organización, fomentar la formación de sus colaboradores, compartir sus conocimientos y generar utilidades basadas en el respeto al ser humano y al medio ambiente.

Otro aspecto importante en el actuar del líder con sentido humano es lograr una visión a futuro, alinear a los miembros de su equipo con esta visión, fortalecer los vínculos del equipo, orientarlos, cuidarlos y dar resultados tangibles.

•  Autoestima
El amor propio o autoestima es un tema vital para el liderazgo. La actitud de la persona hacia sí mismo y el aprecio por su propio valer son resultado, entre otras cosas, del trabajo consigo mismo, en aspectos como el concepto y la imagen propios, el desarrollo de las habilidades de comunicación intrapersonal e interpersonal, la revisión de reglas y hábitos negativos aprendidos, la toma de decisiones valientes, así como asumir la responsabilidad de los actos propios.

Cuando una persona se conoce más profundamente, está consciente de sus cambios, crea su propia escala de valores, desarrolla sus capacidades y se acepta y se respeta a sí misma, se puede decir que ha desarrollado su autoestima.

•  Responsabilidad

Hablar de responsabilidad en el líder con sentido humano es referirse a la capacidad humana de la libertad para poder responder en forma positiva y a los valores auténticamente humanos que nos permiten vivir plenamente.La responsabilidad no es un deber impuesto desde afuera sino la respuesta libre, auténtica y madura a algo que le concierne a la persona, que es responsable ante sí misma y ante los demás.

La responsabilidad es el cimiento de la confianza, mientras que la irresponsabilidad es la causante de profundas penas y enormes desgracias.Parte del compromiso con la responsabilidad que tiene el líder con sentido humano, se da a partir del manejo del equilibrio de la inteligencia, la voluntad y la afectividad en las relaciones, valores éticos y compromisos. Lo anterior se logra a través del desarrollo de la inteligencia emocional. La inteligencia emocional favorece el equilibrio y el dominio de la propia vida, a través de ella pueden tomarse las riendas de la existencia y asumir la responsabilidad de nuestros actos. Ello se logra desarrollando diferentes hábitos, sobre todo el positivo de la autodisciplina responsable.

•  Fortaleza

El hábito positivo que nos permite enfrentar con entusiasmo las metas ambiciosas y arduas planteadas por todo líder con sentido humano, se llama fortaleza. La fortaleza nos permite asumir la responsabilidad de nuestros errores y de nuestros defectos. El líder con sentido humano, necesita de una voluntad fuerte y determinada que lo haga señor de sí mismo y guía de otros, capaz de arrastrar y motivar.

Se relacionan con el hábito de la fortaleza la audacia que ayuda a conseguir grandes retos, la constancia que permite adquirir hábitos y terminar lo que hemos empezado, la magnanimidad relacionada con la humildad, la paciencia que se fortalece en las adversidades y que ayuda a respetar los tiempos de todo proceso de crecimiento y desarrollo, la serenidad en los momentos difíciles y la perseverancia que ayuda a forjar el carácter y a templar la voluntad para alcanzar las metas.El líder con sentido humano genera para sí y para los demás un mecanismo de éxito, que se desencadena precisamente por establecer metas y lograrlas, parte importante en la erradicación del fracaso.

Para establecer eficazmente metas, se recomienda que la meta se desee intensamente, que sea creíble y posible, que sea escrita, que se indique claramente por qué quiere realizarse, se analice el punto de partida, establezcan límites de tiempo, identifiquen obstáculos, determine el conocimiento necesario, identifique a su jefe o cliente, se haga un plan y visualice la meta realizada y, por último, que sea apoyado el plan con determinación y persistencia.

•  Honestidad

El líder con sentido humano honesto, no es quien busca necesariamente afirmar su poder y prevalecer. El objetivo prioritario del líder con sentido humano, es fomentar con su ejemplo y su palabra el espíritu de colaboración y servicio de los demás. La honestidad no sólo se preocupa por lo material y lo cuantitativo sino que se enfoca sobre todo en lo cualitativo e inmaterial que propicie el desarrollo integral de las personas de manera estable y profunda.
Las personas somos más importantes que los objetos materiales en todos los ámbitos, lo cual implica una re-visión de los conceptos del bien y de la persona. Este texto hace una interesante reflexión en torno a la convicción de que lo más importante en la empresa, en la sociedad, en la política, es el ser humano, el cuál no es un bien cuantificable, de ahí la importancia del desarrollo del capital humano con base a un liderazgo que considere la objetividad del bien de la persona como un ser único e irrepetible, también vinculándolo con el grado de eficacia y eficiencia que demanda el mercado laboral.

El líder debe ser honesto porque si se pierde la honestidad, todas las demás virtudes no sirven para nada. La deshonestidad le cobra un enorme precio al respeto que nos tenemos a nosotros mismos y la factura la paga invariablemente toda la sociedad. Si se pierde el respeto se pierde la autoestima, cuyo principal ingrediente es tener una conciencia limpia.

•  Veracidad y comunicación

El líder con sentido humano debe ser un gran comunicador reforzado por el hábito de la veracidad. La veracidad tiene como sinónimo la sinceridad. La claridad, la fidelidad, la integridad y la honradez son partes fundamentales de la personalidad del líder, ya que la gente confía en el líder porque es sincero y leal. Sólo la confiabilidad y la integridad generan confianza.

El líder con sentido humano es asertivo, pues es capaz de comunicarse positivamente expresando con fluidez y sin ansiedad sus opiniones, intereses y emociones de forma empática y correcta, sin negar la de los demás. Las habilidades comunicativas que debe perfeccionar el líder son: habilidad de escucha, habilidad para hablar en primera persona y la habilidad de la empatía.Algunas reglas de comunicación que pueden apoyar al líder en su habilidad para comunicarse son: la comunicación no verbal es más poderosa que la verbal; sin dejar de ser realista procurar que la comunicación sea lo más positiva posible; ser claro y específico en la comunicación; ser realista y razonable en las afirmaciones; manifestar los sentimientos abiertamente y con sinceridad; emplear el tacto, la consideración y la cortesía y mostrar respeto por la dignidad del otro y por sus sentimientos.

•  Autoridad versus autoritarismo

Lo que distingue al líder con sentido humano, más que el poder, es la autoridad (autoriítas), entendida como la capacidad de hacer crecer a los demás.Una manera de comprender la profunda diferencia entre autoridad y autoritarismo es reflexionar sobre la función motivadora del líder con sentido humano.

El líder con sentido humano reconoce que la razón es la primera autoridad y la autoridad es la última razón. El autoritarismo es signo de falta de autoridad, no de exceso de ella. Se emplea la fuerza porque falta la razón.El motivar del líder con sentido humano debe ser positivo e indicador, para llegar al lado consciente, inteligente y libre de la persona, para que su decisión sea inteligente. Esta autoridad no crece por la debilidad de los demás, al revés, la grandeza del liderazgo se manifiesta en la grandeza de los colaboradores. La verdadera autoridad se armoniza con el poder legítimo, que es el que se ajusta a las leyes, es decir, es el derecho y el deber de influir a los demás para que hagan o no algo con sabiduría, integridad y valentía.
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Liderazgo y amor

El líder con sentido humano es auténticamente humano, por lo tanto es comprensivo y compasivo con respecto a los límites de las otras personas, busca crecer y perfeccionarse mediante la adquisición de hábitos positivos con acciones de calidad repetidas coherentemente.
La grandeza del líder con sentido humano no sólo radica en ciertas características intelectuales, sino en su buena voluntad, en querer el bien y querer bien, lo cuál se traduce en su capacidad de amar. Amor entendido como querer el bien del otro, como hacer el bien al otro, como entrega desinteresada, como identificación con el ser amado, como amistad sincera, como perdón y como el amor solidario que no se queda indiferente frente a la injusticia, la pobreza y el sufrimiento.

La influencia del líder con sentido humano llega hasta donde llega su amor sincero hacia los demás. Si amamos existen todos los hábitos positivos para ser líder con sentido humano y puede estar seguro que se actuará bien. No son necesarios los métodos para influir sobre los demás, con amor el liderazgo fluirá espontáneamente e irradiará de la persona del líder.
El líder con sentido humano es, por tanto, un ejemplo de hábitos positivos transformados en un ejemplo de felicidad y una guía hacia ella. Sin amor, el ser humano no puede tener una existencia con sentido. Se puede vivir sin saber el por qué, pero no se puede vivir sin saber por y para quién vivir.

El líder con sentido humano cada día descubre nuevas metas, porque no quiere poner límites al amor, esto (entre muchos otros tópicos sobre las que trata el libro), hace que sea cada vez más apremiante fomentar una reflexión profunda sobre el tema: Urge un líder con sentido HUMANO.
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Conclusiones

El libro Urge un líder con sentido humano, da a conocer el concepto de liderazgo con sentido humano, a fin de motivar al lector en la ejecución de tal liderazgo, con el propósito de que la persona que lea la obra incorpore estas cualidades a su vida personal, familiar, laboral y social, a favor de su propio desarrollo y del bien común.

*Yolanda Hernández ArciniegaMaestra en Comunicación Social por la Universidad Panamericana y licenciada en Diseño de la Comunicación Gráfica por la UAM-Azcapotzalco. Docente en la Universidad del Valle de México de 1998 al 2004. Actualmente es Directora de Difusión e Investigación en Valores Éticos del Centro Institucional de Valores de la UVM.

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