viernes, 9 de enero de 2015

Crisis de los Partidos Políticos y la Emergencia de los Movimientos Sociales frente a la experiencia tecnocrática en la década de los años ochenta

Por: Mauricio J. Lima (Politólogo-ULA)


Ilustración: Obra de Belén Girad (2013)

INTRODUCCIÓN 

Hoy en día a nivel general podemos decir que América Latina y Venezuela en particular vive  una realidad dialéctica. Esto es, de un lado tenemos el esfuerzo de consolidación democrática, pero por otro lado esta misma democracia está siendo seriamente cuestionada por su 
incapacidad para satisfacer amplias reivindicaciones económicas, sociales y políticas. El resultado de esta dialéctica, configura algo que la praxis política latinoamericana determinará cuáles serán los cauces de articulación política que se formularán en nuestras sociedades en el  tiempo porvenir. 

No obstante, es pertinente aquí establecer los factores condicionantes que han hecho posible que hoy en día seamos testigos de una crisis de representatividad de la 
democracia y de sus pilares principales, los partidos políticos. Que, por cierto, sucede en forma paralela con la nación de movimientos sociales y la incursión de un proyecto político, de carácter tecnocrático-neoliberal. Que tuvo su momento estelar en la década de los años 
ochenta, más concretamente en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez. Esta coyuntura  socio-política es en última instancia, también, una crisis del Estado democrático.  Ahora bien, de acuerdo con Norberto Bobbio encontramos tres características que bien  pueden considerarse como variables indicadores de crisis de la democracia, es decir, "...a) la  ingobernabilidad, b) la privatización de lo pública y e) el poder invisible. "[cursivas nuestras] 1 


En lo referido a la ingobernabilidad destacamos que la sociedad a medida que se ha hecho  más numerosa y compleja ha requerido mayor atención de parte del Estado, esto es, que la  sociedad tiene un cúmulo de demandas que el Estado se ve imposibilitado de cumplirlas,  satisfacerlas y por lo tanto se crea un ambiente de ineficiencia referida a la actuación estatal  en la sociedad civil. Pero también hay que destacar que "...el problema de la ingobernabilidad  es la versión contemporánea del problema Estado que peca no por exceso sino por defecto de  poder (se entiende del poder dedicado a la solución de los problemas de interés colectivo, a la  búsqueda del `bien común' ).'' 2

Con respecto a la privatización de lo público, diremos -parafraseando a Bobbio- que el Estado pierde la capacidad de ser el ente mediador de los intereses conflictivos que se dan  dentro de la sociedad, por tanto, aquí las grandes organizaciones tienen un rol preponderante  a la hora de salvaguardar sus intereses, que muchas veces escapan a toda regulación formal o  legal 3. El Estado pareciera ya no representar el interés general. 

Por último en lo referido a el poder invisible, estamos de acuerdo con Bobbio, en que el  funcionamiento del Estado Democrático debería ser la más transparente en cuanto a la toma  de decisiones, dado que las mismas inciden a todo el conjunto social. Pero "...uno de los  aspectos preocupantes de nuestra democracia es que la publicidad, la transparencia, la  visibilidad del poder no han resistido, en estos años, la prueba." 4 

Esto último particularmente se hizo patente cuando en el segundo gobierno de Carlos Andrés  Pérez muchas decisiones a nivel estadal, de carácter tecnocráticoneoliberal, se sustrajeron  del debate político. Dado que consideraban que "sus decisiones eran la mejores", no había  opinión que podría contraponerse y menos si la misma partía de políticos y de una masa 
social ignorante acerca del uso de los medios técnicos-administrativos para tomar decisiones  a nivel estadal, lo cual apuntaba a hacer del Estado más eficiente, para de esta manera bajo una visión tecnocrática-neoliberal corregir uno de los factores que mostraban la crisis de la  democracia, es decir, la ingobernabilidad tal como lo señala Norberto Bobbio. 

Sin embargo, coincidimos con Juan Carlos Portantiero, de que los ajustes estructurales no dan  soluciones en las áreas económica y política. Además la idea de eliminar las demandas  sociales hacia el Estada, para que éste se despoje de cargas fiscales no cumple las  expectativas propuestas. Ya que el mismo sigue anegado en una crisis fiscal.5

El impacto que las decisiones del Consejo Superior de Comercio Exterior y del gobierno, en general, puedan 
tener sobre los diferentes sectores de la economía nacional. 
Por tanto, vemos aquí una búsqueda del enfriamiento de las demandas de la sociedad civil,  que corre paralelo con la idea de hacer del Estado democrático una institución mínima. La incursión de las ideas neoliberales y ejecutadas por los sectores tecnocráticos produjeron que 
las ideas y prácticas democráticas se encuentren "...hoy en una difícil encrucijada. El discurso  ideológico que lo nutrió tradicionalmente, que concedía al Estado un rol central como agente  de cambio, no se compadece ya con la realidad, entre otras cosas, porque ese Estado esta hoy 
feudalizado por las corporaciones" [negritas nuestras]. 6
En este mismo orden de ideas está lo expuesto por Ezequiel Raimondi y Fabián Echegaray,  donde resaltaban que el Ajuste estructural también trae a colación en lo político una 
"reducción de los espacios de encuentro público, la del cierre o clausura de los canales de  participación y/o de agregación de reclamos o protestas... [Y donde solo hay] espacio para  una democracia de oligarquías competitivas basada en la libre competencia"'. 7 

Necesariamente hay que decir que ante estas políticas de ajuste estructural que supuestamente  buscan enmendar los condicionantes que hacen ineficaces las instituciones democráticas;  producen todo lo contrario, ahondan más la crisis de la democracia representativa, ya lo 
destaca Guillermo O'Donnell que esta coyuntura no hace posible establecer políticas a largo  plazo, máxime si tenemos una tradición cesarista y delegativa en prescribir políticas para  lograr un desarrollo sustentable 8

Pareciera por tanto, que la crisis de la democracia no está próxima a solucionarse, más bien se  haría hasta natural que las sociedades latinoamericanas a nivel cognitivo aceptaran convivir  con una crisis económica y socio-política. Y la realidad venezolano es ajena a este proceso,  puesto que todo lo destacado en los párrafos anteriormente en su generalidad está sucediendo. 

CRISIS DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS 

Destaca Juan Carlos Rey que la coyuntura venezolana se enrumba a un aumento de conflicto  de carácter redistributivo suma-cero, dada la incapacidad del Estado de ser el distribuidor de la renta petrolera, puesto que el mismo ya no es suficiente, por la caída de los precios de las 
materias primas en el mercado mundial. Igualmente se señala que ante el aumento de las  demandas de la ciudadanía, ésta, se ve constreñida porque también los canales ideales de representación política, los partidos políticos, y sus respectivos líderes están hoy seriamente 
cuestionados 9.

Sobre este último-destaca Aníbal Romero que los partidos políticos, junto con  las fuerzas representativas de los sectores económicos, sindical, eclesiástico y militar 
configuran un consenso cualitativo que hace posible la vigencia del sistema político para lo  cual incluyen a las masas, a través de un modelo populista (incorporativo), que activa un  consenso cuantitativo 10. Ahora bien este consenso cualitativo se vio seriamente fracturado, 
cuando una parte del estamento militar ha incursionado políticamente dentro del sistema político venezolano (04/02 y 27/11/1992), asumiendo una condición beligerante y buscando  un liderazgo ante el país dada la carencia de legitimidad de la clase política del país. Ahora y 
por los momentos el estamento militar está integrado de nuevo dentro de este consenso cualitativo.

Destaca también Aníbal Romero, que mientras el consenso cualitativo se mantenga, el sistema, a pesar de la grave crisis socio-económica logrará perpetuarse. Pero cabria preguntarse ¿hasta qué punto este pacto cualitativo permitirá mantener el sistema democrático?. dado que también uno de sus pilares principales como son los partidos políticos están faltos de legitimidad y por tanto seriamente cuestionados por la sociedad civil. 

Puesto que si bien es cierto que los partidos "... se han constituido en los agentes sociales insustituibles de las prácticas políticas de la democracia representativa" 11, también los mismos han caído en una serie de prácticas que se traducen en un pragmatismo político puro, coexistiendo con una relativización de los factores ideológicos 12. 

Aquí también converge Ricardo Combellas en el sentido de que los partidos políticos se pragmatizaron, se hicieron 
partidos "ómnibus", donde estar en uno u otro partido es indiferente dada la ausencia de ideas 
y/o valores. A pesar de que los partidos políticos venezolanos nacieron con ideologías que se 

complementaron con una organización y liderazgo fuertes 13. 

Igualmente se les critica a los partidos políticos su falta de democratización interna, la cual es controlada por el "cogollo" del partido, es decir; un "... conjunto de líderes que son los que, en definitiva, determinan el rumbo de la organización y de los cuerpos que, formalmente la 
dirigen'' 14. Lo dicho aquí puede en alguna medida corresponderse a lo destacado por Robert Mitchells en el sentido de que los partidos políticos son antidemocráticos para adentro, pero democráticos para afuera, esto es, que en "... mm partido, y sobre todo en un partido de lucha 
política; la democracia no es para consumo interno, sino un articulo de exportación... " 15

De ahí que esta actitud de los partidos sea vista como un factor de obliteración de tendencias de mayor democratización que reclama la sociedad civil. Otra de las críticas que se le formulan a los partidos políticos es que los mismos han tejido una red clientelar a expensas 
del Estado para de esta manera asegurarse una serie de prebendas económicas y apoyos políticos que le ayuden para mantenerse activo políticamente dentro del sistema democrático. Pero esto no es totalmente cierto, dice Njaim, que los elementos clientelares... sólo tienen la
categoría de ser parte de un cuadro mucho más amplio, donde también entran las características de los partidos como organizaciones de masas, la mayor o menor efectividad de las instituciones jurídicas y, sobretodo, la decisión diferencia que establece la práctica efectiva del sufragio, la posibilidad de la critica democrática y la formación de una opinión pública cada vez más adversa a las manifestaciones del clientelismo.16

Por otra parte en la línea de crítica de la actuación partidista está lo expuesto por Gonzalo Fernández de la Mora, que destaca que el sistema de partidos no es más que una partidocracia que se caracteriza por una crisis de independencia de los políticos que deben estar atados a la 
maquinaria partidista. Esta determina quienes serán los líderes del mismo basándose en lealtades partidistas más allá de los méritos que se tengan; por tanto, esto produce una de pauperización de la clase política. Aquellos son los candidatos que debe elegir el electorado, de ahí que, el Parlamento compuesto por esta clase política no logrará efectivamente cumplir su labor fiscalizadora, la cual por cierto será laxa. 

En todo caso toda labor fiscalizadora o trabajo legislativo, se sustraerá del Congreso hacia las cúpulas de los partidos, hay un monismo partidocrático, todo el poder radica en las 
oligarquías partidistas, que sin embargo tienen la capacidad de gobernar el Estado 17. 

Ante esta ácida critica en cuanto a la actuación de los partidos políticos, muchos son los que consideran que estamos ante la desaparición de los mismos. Planteándose, de paso como alternativa válida de representación de intereses a los movimientos sociales. Veamos a continuación esto con más detalle. 

LA EMERGENCIA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES 

Mucho se ha debatido dentro del sistema político venezolano que ante el desprestigio o pérdida de legitimidad de los partidos políticos, la alternativa de organizarse que tiene la sociedad civil es través de movimientos sociales no politizados. Los mismos parecieran haber hecho eclosión, dada la diversidad de reivindicaciones e intereses propios que persiguen. 

Destaca Rafael De la Cruz que a partir de la década de los años setenta emergieron muchos movimientos sociales que buscaban defender diversos intereses sectoriales. Ciertamente -y de acuerdo con De la Cruz- reconocemos que nuestras sociedades en la medida en que se han 
hecho más complejas y con intereses y/o demandas más numerosas han ido desbordando a los partidos políticos. Hay lo que llamaríamos un sobre calentamiento de reivindicaciones

Igualmente señala De la Cruz que la emergencia de los movimientos sociales se debe a tres fracturas o roturas, que serían el cultural, el modelo de Estado y de desarrollo 18. Esto propiciaría la emergencia de los movimientos feministas, juveniles, cristianos; ecologistas, cooperativistas, sindicales y vecinales. 

Uno de los movimientos emergentes que ha cobrado auge durante la década de los años ochenta ha sido el vecinal. El mismo surge gracias a la ruptura del modelo estatal, debido a que el Estado ha perdido los requisitos de gobernabilidad; hay una ineficiencia administrativa e incapacidad de prestar servicios.19

Por cierto el papel del movimiento vecinal ha sido
ampliamente reconocido, es más, muchos consideran que es una vía alterna de organización a los partidos políticos, tenemos así que las asociaciones de vecinos no sólo son respuestas a la crisis política de los partidos y del 
liderazgo nacional, sino que también constituyen una respuesta del ciudadano, a los problemas de la vida diaria... 

El movimiento comunitario con sus actividades cotidianas, se dirige al ciudadano, a sus necesidades materiales, sociales, políticas e individuales y desarrolla una 
inmensa fuerza de cambio. 20 Si bien es claro que el movimiento vecinal es una forma de organización queresponde bien a las necesidades directas del ciudadano, es sólo eso. Esto es, que el movimiento vecinal por 
responder a intereses muy concretos, específicos es harto difícil que pueda plantearse metas a nivel nacional, su efectividad no transciende más allá del ámbito local. 

Finalmente y en este mismo orden de ideas está lo expuesto por Luis Gómez Calcaño, al señalar "...a pesar de su 
extensión estos movimientos no han consolidado hasta ahora una organización nacional en parte por su gran heterogeneidad y en parte por su desconfianza ante los peligros de la burocratización v el centralismo".21

Por último. habría que destacar también el rol efervescente del movimiento sindical, dado que el mismo tiene gran preponderancia dentro del sistema político. Puesto que "mientras en 1959, a raíz de la caída de la dictadura, en el país existían apenas unos cuantos sindicatos, en 1986 nos encontramos con más de 10.000 y un número de afiliados que pasa del millón", 22 

Pero la envergadura del movimiento no sólo se queda en la mayor capacitación de miembros, sino que a través de la Conferencia de Trabajadores de Venezuela (CTV), organismo cúpula de los trabajadores, buscó incluso lograr una autonomía financiera mediante la creación del 
malogrado Banco de los Trabajadores de Venezuela (BTV). 

Así como también; destacamos, la incidencia política que tiene en el Buró Sindical de Acción Democrática. Y en general, podemos decir que tiene un poder de negociación nada despreciable dentro del sistema político venezolano. Esto lo vimos claramente cuando la CTV llamó por primera vez a un paro nacional de trabajadores en el año 1989, dado que estaban en desacuerdo con la implementación de las medidas económicas del gobierno de Carlos Andrés Pérez. 

Como también hay que acotar que a lo largo del gobierno de Pérez la CTV fue uno de los sectores que más luchó contra los ajustes económicos y por tanto siempre buscó la manera de lograr una serie de reivindicaciones socio-económicas que le permitiese contrarrestar los efectos regresivos el los salarios, producto de las medidas económicas de tinte neoliberal. 

No obstante, debemos destacar que esta combatividad del movimiento social venezolano es "nueva" puesto que no hay que olvidar que Acción Democrática propició la creación de la CTV, es más la misma se había convertido "... en la antítesis de un `movimiento' social, en la medida que su papel ha venido siendo el de desmovilizar cualquierrespuesta de los sectores laborales ante la crisis 23.... Pero a raíz de la implementación del conjunto demedidas de corte neoliberal se dio esta fractura entre la CTV y el partido de gobierno (AD). 

Por lo tanto, le toca un nuevo rol que cumplir a la CTV en estos momentos de crisis nacional, donde el movimiento obrero debe defender sus reivindicaciones laborales. 
Además, le queda al movimiento sindical venezolano también la tarea de: dedicarse con ahínco a diseñar una estrategia adecuada para la coyuntura contemporánea y 
ocuparse de que se ponga en práctica. Cualquier estrategia debe incluirlos siguientes puntos programáticos: un amplio plan de desarrollo social y económico que contrarreste el pensamiento conservador y neoliberal que ahora está en boga; llegar a los no sindicalizados y los nuevos movimientos sociales; intentar alcanzar niveles más altos de organización y romper las barreras ideológicas que existen actualmente entre los trabajadores, tanto en los 
sindicalizados como en los que no lo están; hacer un esfuerzo concertado para formular una estrategia internacionalista a escala continental y global . 24 

Ahora bien, si es fehaciente la difuminación de movimientos sociales como una manera alterna de representación de intereses de la sociedad civil, no es menos cierto destacar 
también que los mismos nacen y se desarrollan en el terreno de la sociedad civil, en el entendido de que la forma de Estado que presupone esta separación (sociedad capitalista) se mantiene todavía. En este tipo de sociedad la masa que vive excluida de la política, solo entra en contacto con el Estado parcialmente y en forma fragmentada muy de cuando en cuando, con motivo de los servicios, la asistencia, los impuestos, etc. Un desplazamiento de los 
movimientos sociales hacia la sociedad política, como se ha venido propugnando en la época reciente, los convertiría automáticamente en partidos, puesto que asumirían inmediatamente la función mediadora que es especifica a estos últimos... [Y] el terreno de los partidos políticos es, como lo hemos vistos, el de la sociedad política o Estado stricto sensu. [negritas 
nuestra] 25

De ahí entonces que concluyamos que si bien es importante la incidencia de los movimientos sociales como formas alternativas de organización social, la misma no debe entenderse como una opción distinta y superior en cuanto a la representación de intereses con respecto al papel 
de los partidos políticos. Estos, hasta los momentos son los únicos que están en capacidad de mediar intereses divergentes dentro de la sociedad, puesto que tienen la capacidad de trascender los límites locales o coyunturales en la relación espacio-tiempo. Gracias a contenidos ideológicos -algunas veces- o programáticos que buscan establecer un proyecto de país en el que todos o ciertos sectores de la población se sienten representados. 

A MODO DE CONCLUSIÓN 
 
En todo caso hoy lo que es pertinente para hacer efectiva la práctica democrática es buscar una definición de ideas, creencias y proyectos políticos dado que el factor ideológico, tiene necesariamente un asidero en las prácticas políticas, puesto que los sistemas de ideas, creencias y objetivos sociales cumplen un rol en el proceso político y lo condicionan al constituir marcos simbólicos de explicación del cambio social, ya sea para interpretarlo simplemente, para afirmarlo, justificarlo, o consolidarlo, y también para 
criticarlo, cuestionarlo y hasta destruirlo y sustituirlo por otro sistema distinto.26 
 
Por tanto, podemos decir que sin ideas que motoricen el accionar de los partidos políticos, el conjunto social no internalizará nuevas praxis políticas que lo lleven a reconstruir nuestra sociedad en crisis. De lo contrario se mantendrá en el ambiente un aire de vaciedad de 
proyectos políticos que esté en función de las grandes mayorías, ni siquiera proyectos viables de corte popular o socialista. Emergieron más bien proyectos políticos, que arreciaron con 
fuerza, como el tecnocrático neoliberal. Que propugna un desarrollo que margina a grandes 
sectores sociales o regiones dentro de la sociedad venezolana que no logren ser competitivos 
dentro del sistema de economía de libre mercado que pregonan dichos sectores. Es más, losactores tecnocráticos imbuidos de ideas neoliberales buscan más bien la despolitización de 
toda la sociedad. Y donde, por cierto, las ideologías no cuentan. Puesto que todo está supeditado a la razón técnica que en sí misma es neutra y por lo tanto, está por encima de cualquier debate ideológico que más bien entorpecería para escoger la mejor decisión. Para de esta manera resolver los problemas de gobernabilidad de la sociedad civil. 

No obstante, a estas alturas del análisis se hace necesario, de ver y haciendo una conclusión parcial, los posibles mecanismos de salida a esta crisis de la democracia representativa y de los partidos políticos. Con respecto a la viabilidad efectiva de la democracia representativa diremos que la misma debe necesariamente insertarse en una seriede prácticas que, implica reformas institucionales profundas, que abarcan desde la organización del Estado 
hasta la modernización del sistema de partidos y el fortalecimiento del poder de estos frente a las corporaciones y los "anillos burocráticos" que penetran en la administración gubernamental. En muchos países esos cambios suponen una reforma de las Constituciones vigentes. 27 

En este mismo orden está lo expuesto por Pablo González Casanova, en el sentido de que es pertinente hoy frente a los embates de las ideas neoliberales que propugnan una participación elitista en la decisiones políticas una posición de lucha por una democracia social-nacional como una forma de proyecto histórico. 28 

En todo caso lo que se busca es que haya una democracia que no sólo logre un desarrollo económico, sino que también propicie una mayor eficiencia de la administración estadal, que 
se logre efectivamente descentralizar el poder en el sentido de darle una mayor autonomía político-administrativa alas regiones. Lo señalado anteriormente en alguna medida ha calado dentro del proceso de revitalizar la democracia venezolana en el sentido de oxigenar sus instituciones. La misma parte a través de la creación de la Comisión para laReforma del Estado (COPRE) en el año 1984. La COPRE se plantea entre sus objetivos la condición de pretenderincidir sobre los pactos constitutivos que forman la matriz organizadora de la institución estatal, para alcanzar, por medio y más allá de los cambios formales-institucionales, nuevas relaciones entre los actores sociales y políticos, definiendo de hecho un nuevo Estado entendido como una configuración relativamente estable de equilibrio entre los actores. 29 

Veamos por tanto que el proceso de revitalizar el Estado que en el fondo es también adecuar la democracia y sus instituciones a la par de las demandas de la sociedad civil venezolana. El mismo se buscaría dentro de un clima consensual, de lograr una suerte de equilibrio entre los 
sectores representativos de la sociedad venezolana. 

Es la tarea que queda por hacer a la luz de la grave crisis social, económica y política por la que atraviesa el país. Por cierto, sería bueno traer a colación el análisis de Aníbal Romero en el sentido de que la democracia venezolana convivirá durante cierto tiempo con una severa 
crisis socio-económica, con un clima de conflictividad ascendente, y donde necesariamente el consenso cualitativo de élites será determinante para mantener el sistema político venezolano 30. 

Reiterarnos que este clima de conflictividad social, económica y política necesariamentese ahondó más a raíz de la implementación de políticas de ajuste de corte
neoliberal. Por lo 
tanto, no es de extrañar que, 
 
aún bajo gobiernos democráticos, niveles crecientes de violencia y 'represión "oficial" y 
"privada" (más allá de los ya preocupantes niveles considerados "normales" en muchos paí-
ses) pueden convertirse en un componente integral de la vida diaria de grandes sectores de la 
población en el emergente orden neoliberal... (Es decir), la progresiva subordinación de las 
políticas públicas a la lógica de los criterios de mercado, una intensa "privatización" del 
poder estadal por erosión de la autonomía de los políticos electos y de los partidos políticos y 
el refuerzo del poder estructural de los sectores líderes de la clase empresaria. 31 

Ante esta coyuntura en la que están inmersas no sólo las democracias latinoamericanas, sino 
la venezolana en particular, nos lleva a plantear una búsqueda efectiva de la revitalización de 
los políticos venezolanos como los únicos instrumentos con los que ha contado la sociedad 
civil para canalizar sus reivindicaciones ante la estructura estatal. Y de esta manera poder 
contrarrestar las praxis políticas que de una u otra manera buscan hacer excluyente la 
participación de las grandes mayorías. 
Ante este momento crítico por el que atraviesan los partidos, deben los mismos tomar una 
serie de medidas para adecuarse a la cambiante y compleja realidad venezolana. Tenemos así 
lo planteado por el Politólogo Alfredo Ramos Jiménez, en el sentido de que los partidos deben reencontrarse con la función pedagógica, es decir, de internalizar una cultura política y además de propiciar una democratización interna de los mismos.32 

Para que de esta manera el ciudadano tenga una cognición política que le permita actuar dentro de los partidos en la búsqueda de sus reivindicaciones hacia el Estado, puesto que estos son los únicos canales naturales de intermediación política y no así los movimientos sociales de distinta índole que generalmente tienen un alcance local o coyuntural. 
Deberían también los partidos políticos, establecer los mecanismos para que la clase política se interese más y mejor en estudiar y manejar información para aprovecharla en la praxis gubernamental, o tener un cuerpo asesor, y de esta manera puedan solventar coyunturas críticas a la hora de tomar decisiones a nivel estatal. De esta forma su accionar a nivel público les granjearía la legitimidad política que hoy en día se les cuestiona tan ácidamente.
Por tanto recalcaremos que el papel de los partidos políticos no sólo cumple las tareas de movilización y organización de los diversos y contrapuestos intereses. [Sino que] el rol de los partidos y sistemas de partidos resulta... revalorizado, tanto más que se trata de establecer de forma permanente guías para la acción y prácticas que hagan efectiva la incorporación de los miembros de la sociedad al ejercicio de la ciudadanía. Es más, la vía partidista y sólo como 
consecuencia el acto electoral se constituye en la vía normal para el acceso del mayor número al ejercicio de la ciudadanía.33

Por último, concluiremos destacando que en la medida en que la práctica se haga efectiva a través de una redefinición del rol de las instituciones, entre ellas los partidos políticos, se consolidarán y ampliarán los espacios democráticos para la sociedad venezolana. Esto le permitirá contrarrestar a través de la participación política activa, las praxis políticas de corte tecnocrático-neoliberal que buscan despolitizar a la sociedad civil. De no lograrse esto necesariamente el clima de conflictividad se tornaría agudo y haría tambalear las instituciones democráticas. Puesto que los partidos políticos son los que han hecho posible la 
amortiguación de conflictos que surgen dentro de lsociedad. De ahí el papel protagónico que todavía cumplen los partidos políticos, ante otros tipos de representación quepuede haber dentro de la sociedad civil.

NOTAS:

1 Norberto Bobbio, et. al., Crisis de la Democracia, p.14. 
2 Norberto Bobbio, op. cit., p.17. 
3 lbid. p.18 
4 Ibid. 22. 
5 Juan Carlos Portantiero, "La múltiple transformación del Estado Latinoamericano", Nueva Sociedad, N° 104., p. 89. 
6 Juan Carlos Portantiero, op. cit. p. 93. 
7 Ezequiel Raimondi y Fabián Echegaray, "Repensando la democracia desde el ajuste: una perspectiva crítica", Nueva Sociedad, N° 
113, pp. 86 y 89. 
8 Guillermo O’Donnell; "Estado, democracia y ciudadanía', Nueva Sociedad, N° 128, p. 85. 
9 Juan Carlos Rey, "Visión general de las reformas del Estado y sus problemas políticos" en Manuel Vicente Magallanes (Coord.), 
Visión General de las Reforma Financiamiento de los Partidos Clientelismo e Ideología, pp 39-40. 
10 Véase: Ambal Romero, "Situación y perspectiva del sistema político venezolano" en Manuel Vicente Magallanes (Coord.), 
Sistema Político Venezolano Clubes Franceses y Tendencias Electorales, Caracas, Publicaciones del Consejo Supremo Electoral, 
1989.
11 Alfredo Ramos Jiménez, "Crítica democrática de los partidos políticos" en Manuel Vicente Magallanes (Coord.), Partido 
Electoral Programas de Gobierno Clases y Política, p. 93. 
12 María de los Angeles Delpino, "Del partido de masas al partido electoral: un cambio cualitativo" en Manuel Vicente Magallanes 
(Coord.) Partido Electoral Programas de Gobierno Clases y Política, p. 29 
13 Ricardo Combellas, "El reto ideológico de los partidos políticos venezolanos" en Manuel Vicente Magallanes (Coord.), Liderazgo 
e Ideología, pp.107,113. 
14 Humerto Njaim, "Clientelismo partidista" en Manuel Vicente Magallanes movimientos sociales no politizados. Los mismos 
parecieran haber (Coord.), Visión General de las Reformas financiamiento de los Partidos Clientelismo e Ideología, p.129. 
15 Robert Michels: Las Partidos Políticos (Un estudio sociológico de las tendencias oligárquicas de la democracia moderna), p. 87. 
16 Humberto Njaim, op. cit., pp. 129-130.
17 Gonzalo Fernández de la Mora, La Partidocracia, pp. 154 y ss. 
18 Rafael De la Cruz, Venezuela en busca de un Nuevo Pacto Social, p. 102. 
19 Ibid. p.114. 
20 Marcel Granier, Más y Mejor Democracia, p.142
21 Luis Gómez Calcaño, "Los Movimientos sociales en Venezuela ante la crisis" en Fernando Calderón, Los Movimientos Sociales 
ante la Crisis, p. 284. 
22 Carlos Raúl Hernández, "Transformaciones socioculturales v relaciones estado-sociedad civil" en Manuel Vicente Magallanes 
(Coord.), Visión General de las Reformas Financieras de los Partidos Clientelismo e Ideología, p. 66.
23 Luis Gómez Calcaño, op. cit.,p. 279. 
24 Hobait A. Spalding,"El movimiento sindical venezolano en los años 90",Nueva Sociedad, N° 130, p. 72. 
25 Alfredo Ramos Jiménez, op. cit. pp. 104-105.
26 Gonzalo Barrios Ferrer, "Problemas ideológicos en los partidos políticos venezolanos: el caso de Acción Democrática" en Manuel Vicente Magallanes (Coord.), Liderazgo e Ideología, p. 61. 
27 Juan Carlos Portantiero, op. cit., p. 93. 
28 Pablo González Casanova, "La crisis del Estado y la lucha por la democracia en América Latina", Nueva Sociedad, N° 104, pp. 97-98. 
29 Luis Gómez Calcaño y Margarita López Maya: El Tejido de Penélope (La Reforma del Estado en Venezuela 1984-1988), p. 80. 
30 Anibal Romero, op. cit.,pp. 57-58. 
31 William C. Smith, "Reestructuración neoliberal y escenarios políticos en América Latina", Nueva Sociedad, N° 126, pp. 35-36-37. 
32 Alfredo Ramos Jiménez, op. cit., pp.101-102-103. 
33 Alfredo Ramos Jiménez: "Los partidos políticos en la democratización de la sociedad civil", ponencia presentada al XIX Congreso Latinoamericano de Sociología, Caracas, 30-05 al 04-06-1993,17h. 


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